El falso abogado Marcelo D’Alessio fue condenado a cuatro años de prisión

D’Alessio, más el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, y los exagentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Claudio Álvarez y Rolando Barreiro, fuero juzgados desde el 8 de marzo último en una causa que investigó un supuesto intento de extorsión al despachante de Aduanas Gabriel Traficante para no involucrarlo en la llamada «mafia de los contenedores» y evitarle un «escrache mediático», en noviembre de 2016.

Antes de conocer el veredicto, y al hacer uso de sus últimas palabras en el juicio, D’Alessio dijo que “la condena mediática parece superar el principio de inocencia”: “Si es que existe esa trillada grieta, me dejaron bien en el medio”, dijo el falso abogado ante el tribunal que lo juzgó, integrado por los magistrados Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Enrique Signori.

Con numerosas referencias a sus hijos y su esposa, D’Alessio insistió: “Gabriel (Traficante) supo en todo momento que yo no lo extorsioné. Traficante vino a buscar un servicio porque estaba en pánico”.

“Con independencia de la formulación probatoria falaz (del fiscal Diego Luciani), confío que el criterio se ajustará a lo correcto y yo sé que no siempre lo correcto es lo conveniente”, desafió D’Alessio desde la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra detenido.

Bidone también hizo uso del derecho a unas últimas palabras ante el tribunal y pidió a los jueces que “como hombres de derecho no tomen a la ligera la decisión que van a tomar”, respecto del pedido de pena de la fiscalía de 4 años y 8 meses. Sin embargo, el fiscal suspendido reconoció: “No debí compartirle le información que le compartí” a D’Alessio.

Los agentes de inteligencia también se dirigieron a los miembros del Tribunal Oral Federal 2. Barreiro sostuvo: «No me arrepiento de nada”; mientras que Álvarez insistió: “Yo no tengo nada que ver” con el delito que está siendo juzgado.

Traficante conocía a D’Alessio del country Saint Thomas, en la localidad bonaerense de Canning, donde ambos vivían, y allí tuvo lugar la primera de las reuniones donde el ahora detenido abogado le pidió dinero para desligarlo de la investigación de la «mafia de los contenedores».



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *