El proyecto de ley propone impulsar el fomento a la producción agroecológica de alimentos en el territorio de la provincia a través del apoyo a las y los productores agroecológicos, especialmente a los de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, mediante el acceso a derechos, la mejora de su calidad de vida, el impulso del asociativismo, el agregado de valor y la comercialización en circuitos locales y regionales.
El viernes 23 ingresó a la Cámara de Diputados de la provincia un proyecto de ley de Fomento para la producción agroecológica en Entre Ríos. Tiene por objeto “el fomento a la producción agroecológica de alimentos en el territorio de la provincia, tanto en las áreas urbanas y periurbanas; mediante la regulación, promoción e impulso de actividades, prácticas, procesos de producción, comercialización y consumo de alimentos saludables con sostenibilidad ambiental, económica, social y cultural”.
En los fundamentos del proyecto se señaló que “esta propuesta es un primer paso, tal vez insuficiente frente a la magnitud del desafío, pero clave para institucionalizar el compromiso del Estado entrerriano con un modelo de desarrollo más justo, saludable y sostenible. Una ley que visibiliza, reconoce, apoya e impulsa otras formas de producir que ya existen y merecen políticas a su altura”.
También se destacó que “esta ley no sólo se orienta a visibilizar y acompañar otras prácticas productivas, sino que propone una transformación integral en el modelo agroalimentario, combinando sostenibilidad ambiental, justicia social y viabilidad económica. No podemos seguir creyendo que producir de forma sana es poco redituable en lo económico, esa es una mentira de quienes sólo proponen un horizonte cada vez más transgénico, de mayor exclusión y más concentración”.
Asimismo, se indicó que “esta es una apuesta estratégica frente al modelo extractivista dominante, que responde a las necesidades de las comunidades entrerrianas. Estamos convencidos de que es una posibilidad para seguir construyendo la Entre Ríos con la que soñamos, pero también reconocemos el deber que tenemos de impulsar normas que protejan la naturaleza y las formas ancestrales de producir alimentos que cuidan la vida”.
Destinatarios
Los destinatarios de la norma propuesta son “las personas físicas y jurídicas que desarrollen prácticas de producción agroecológica tales como agricultura y la crianza de animales de granja en el territorio provincial, con especial énfasis en los pequeños productores rurales, familias agrarias, integrantes de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, cooperativas agrarias, u organizaciones civiles dedicadas a la economía social”. Además, propone priorizar “la inclusión de experiencias productivas que promuevan la soberanía alimentaria, el arraigo territorial, el resguardo de los bienes comunes y el respeto por los saberes locales, así como la participación activa de mujeres, juventudes rurales y personas en situación de vulnerabilidad social, garantizando el acceso equitativo a los beneficios de esta ley”.
Objetivos
La norma se propuso como objetivos “fomentar la producción agroecológica de alimentos a través de políticas públicas que promuevan sistemas productivos sustentables, saludables, culturalmente adecuados y en armonía con el ambiente; apoyar y fortalecer a las y los productores agroecológicos, especialmente a los de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, mediante el acceso a derechos, la mejora de su calidad de vida, el impulso del asociativismo, el agregado de valor y la comercialización en circuitos locales y regionales; promover la equidad de género y el protagonismo de mujeres y juventudes rurales, asegurando la igualdad real de oportunidades en el acceso a los beneficios y recursos contemplados por esta ley”.
Asimismo se propone “conservar la biodiversidad, los ecosistemas y los saberes locales, reconociendo el vínculo de las personas con la tierra y fomentando prácticas productivas que respeten la identidad sociocultural y el patrimonio natural; desarrollar herramientas de planificación participativa, incluyendo la creación de un registro provincial de productores agroecológicos y otras estructuras institucionales que permitan planificar, monitorear y evaluar las políticas públicas desde una perspectiva territorial; diseñar herramientas para construir un sistema participativo de garantía agroecológica que incluya a los gobiernos locales, los productores de la zona y las organizaciones de la sociedad civil”.
Enfoque
Por Agroecología se entendió “el enfoque integral para la producción de alimentos que se basa en principios ecológicos, sociales, culturales, económicos y políticos, orientado a la sostenibilidad ambiental, la soberanía alimentaria y la justicia social. La agroecología promueve prácticas productivas que respetan los ciclos naturales, reducen el uso de insumos fitosanitarios innecesarios, preservan la biodiversidad y fortalecen los saberes locales y el protagonismo de las comunidades rurales”.
La autora del proyecto, la diputada justicialista Silvia del Carmen Moreno, destacó que el “proyecto nace del diálogo con organizaciones del sector rural, surge también por la preocupación que implica el corrimiento del Estado nacional en el acompañamiento específico al sector agropecuario de pequeña escala y la producción sostenible y sustentable”.
Extractivista
Señaló que “la eliminación o debilitamiento de políticas públicas y programas, el recorte presupuestario, el desfinanciamiento de organismos como INTA, INTI, Senasa, la Secretaría de Agricultura Familiar o el Ministerio de Agricultura, marcan el rumbo de un proyecto de gestión de gobierno que no piensa en el desarrollo de las comunidades rurales y se estructura en torno al sistema extractivista que no contempla el cuidado de los recursos naturales, nuestra casa común”.
También destacó que “la presente Ley se propone como un marco normativo integral que impulse el reconocimiento, fortalecimiento y desarrollo de prácticas productivas de larga data en la provincia, muchas de ellas invisibilizadas, pero profundamente enraizadas en los saberes locales, el trabajo cooperativo y el respeto por la tierra”.
En aquella línea, la legisladora precisó que “no se trata de imponer prohibiciones, sino de abrir caminos hacia un proceso de educación y transformación cultural basado en la promoción de prácticas agroecológicas. Esta propuesta no busca oponerse al conjunto del sistema productivo convencional, sino fomentar una alternativa concreta que ha demostrado su viabilidad social, ambiental y económica”.
No obstante, expresó que “al hablar de la agroecología reconocemos que su eje central es la no utilización de paquetes de agrotóxicos expandidos en el territorio nacional y latinoamericano de la mano de la siembra directa, la soja transgénica y el boom de precios de los commodities. El uso de técnicas que emplean bioinsumos y rotación de cultivos implica también campos poblados, trabajo rural y arraigo”.
También indicó que “la diferencia entre los modelos de producción extractivista y agroecológicos está en el entramado social que proponen y los objetivos que se plantean”. Moreno destacó que “la provincia cuenta con condiciones agroecológicas, culturales y sociales favorables para una buena implementación de este proyecto de Ley. La biodiversidad de nuestros suelos y la tradición productiva de nuestras comunidades nos demanda pensar estrategias fuertes que protejan la naturaleza y la vida de las familias entrerrianas”.
Moreno destacó “la historia de más de cien años de organización cooperativa nos dan la oportunidad de construir un futuro de oportunidades para las familias rurales e indígenas que conforman nuestras comunidades, estos saberes locales de producir de forma orgánica y con trabajo colaborativo los alimentos son fundamentales para el desarrollo de un presente y un futuro mejor ante un sistema que genera cada vez más exclusión y pobreza en el campo. La experiencia de la provincia brinda numerosos ejemplos que muestran que este camino es posible”.
La diputada enumeró que “en diversas localidades como Colonia Avellaneda, Feliciano, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, Concordia, Paraná, Basavilbaso y Colón, se vienen desarrollando experiencias agroecológicas impulsadas por cooperativas, organizaciones sociales, familias productoras y gobiernos locales. Estas experiencias se sostienen en prácticas como la venta directa en ferias y nodos de consumo, la producción en predios familiares o comunitarios sin uso de agrotóxicos, y la articulación con instituciones educativas para la promoción de huertas escolares y comunitarias”.