Ambos sujetos fueron condenados por hechos violentos, pero tras recibir el arresto domiciliario, quebrantaban tal beneficio y lograban evadir a la Justicia gracias a la colaboración de sus abogados.
Dos delincuentes con frondoso prontuario fueron detenidos este viernes y sábado en Paraná tras una intensa tarea investigativa llevada adelante por personal de la División Robos y Hurtos; ambos sujetos fueron condenados por hechos violentos, pero tras recibir el arresto domiciliario, quebrantaban tal beneficio y lograban evadir a la Justicia gracias a la colaboración de sus abogados, pudo saber Elonce.
En detalle, se trató de Lucio Leandro Pereyra condenado a siete años de cárcel por Robo Agravado por el uso de arma de fuego y Raúl Alberto Argarañaz, penado con tres años de cárcel por Lesiones Graves. De acuerdo a lo que confirmaron fuentes policiales, las detenciones de ambos se dificultaron debido a que, al tener conocimiento por sus abogados defensores de que las condenas quedaron efectivas, estos se fueron de sus domicilios.
De acuerdo a los datos a los que accedió Elonce, Pereyra fue atrapado este viernes después de haber cruzado desde Santa Fe a Paraná a bordo de una lancha; lo agarraron cuando pretendía amarrar en el muelle de Bajada Grande.
Este sujeto había sido hallado culpable de varios robos violentos registrados en jurisdicción de comisaría decimotercera, entre estos, el asalto a una joven discapacitada y su tío.
Argarañaz, en tanto, cayó este sábado en la zona del barrio 33 orientales cuando iba a encontrarse con su pareja y su hija; el malviviente estuvo involucrado en innumerables hechos de violencia en el marco de las disputas que mantienen grupos de familias y vecinos en el asentamiento conocido como Villa 351.
“Los abogados defensores de ambos, en vez de entregarlos, los ayudaban a escapar”, confirmó a Elonce el jefe de la División Robos y Hurtos, Carlos Schmunk.
Argarañaz y Pereyra iban a ser llevados a la Unidad Penal Nº1, donde deberán cumplir condena por los delitos que cometieron.