Los productores entrerrianos explicaron que se necesitan urgente al menos 50 milímetros de lluvias, pero remarcaron como negativo el incremento de la temperatura máxima para los próximos días.
La sequía récord que afecta a Entre Ríos desde diciembre de 2021, con lluvias que se ubican en la mitad del promedio histórico, provocaron en las últimas semanas un desmejoramiento en la condición del arroz, girasol y maíz de primera sembrados en la provincia, según un informe de la Bolsa de Cereales.
Las primeras proyecciones indican que la superficie cultivada con maíz de primera es de 420.000 hectáreas aproximadamente, con un estado fenológico que va desde ocho hojas expandidas (V8) a floración (R1).
De ese total solo un 6% presenta muy buenas condiciones, el 46% en buenas condiciones y un 48% se encuentra en regular o mal estado.
Este último indicador representa 26 puntos porcentuales más que 15 días atrás debido a la ausencia de lluvias y a las elevadas temperaturas que generó estrés hídrico.
La situación es importante ya que diciembre es el mes clave en la definición del rendimiento del grano.
En ese marco, los productores entrerrianos explicaron que se necesitan urgente al menos 50 milímetros de lluvias para generar un cambio en las reservas hídricas, pero remarcaron como negativo el incremento de la temperatura máxima para los próximos días.
La Bolsa de Entre Ríos comunicó también que unas 18.000 hectáreas se sembraron con girasol, que tienen un estado fenológico desde botón floral al 50% de floración de flores liguladas del capítulo (R5).
El 33% de la oleaginosa está en muy buena condición y otro 55% se encuentra en buen estado, mientras que un 11% aparece como regular y el 1% restante en mala condición, producto del estrés hídrico de la provincia.
Asimismo, la entidad bursátil informó que está finalizando la siembra de 52.000 hectáreas con arroz, retrasada por la falta de agua para riego, y con dos escenarios dispares en todo el territorio entrerriano.
Por un lado, el 80% de los lotes se mantienen en una condición buena a muy buena finalizando macollaje, momento en el que se realiza la fertilización de prediferenciación del cultivo.
Por otro, los lotes en estado regular están en emergencia por las heladas, la sequía y la falta de agua y por eso se adelantaron los riegos para nivelar los nacimientos, previo a aplicar herbicidas y fertilizantes.
Finalmente, el organismo señaló que se esperan nuevas lluvias para implantar el total de las 102.000 hectáreas con sorgo en Entre Ríos del ciclo agrícola 2022/23, un 15% menos que en la temporada anterior.
La caída interanual se asoció al daño generado por la aparición del «pulgón amarillo», cuyo ciclo de vida abarca todos los estadios del sorgo, en las últimas tres campañas.