Cuando las frases no alcanzan en el gobierno provincial

Por: Hugo Remedi de Análisis Digital

En el lenguaje periodístico, la conferencia de prensa es un recurso o una herramienta que se usa con un fin determinado como sea, por caso, apagar o atenuar algún tipo de estado panicoso social como pasó con la epidemia del covid, o anunciar cuestiones muy concretas y de impacto, entre otras. De lo contrario se convierten en un tapa nada o en algún tipo defectuoso de ruido multiplicador y barato. Observando la última que brindó el gobernador de la provincia Rogelio Frigerio se puede apreciar que es casi nada lo que se pudo rescatar periodísticamente y eso habla o de falta de elementos como para que puedan cumplir acabadamente con la premisa de la convocatoria o que recurrir por estos momentos a la prensa es solo una metodología formal que esconde la falta de contenido.

Uno de los puntos de mayor conmoción fue cuando convocó a la sociedad civil para trabajar en conjunto para poner las escuelas en condiciones lo que en buen romance significa interpretar que la infraestructura de los edificios escolares está en situación crítica. Con el agravante de que la ley que transita por la Legislatura provincial para dejarle manos libres al gobernador y que pueda redireeccionar con criterio más específicos fondos para solucionar problemas concretos de las escuelas, recién por estas horas fue aprobada por los senadores de la provincia y aún resta que pase por la Cámara de Diputados.

En contraste, el inicio de las clases está ahí nomás, al acecho.

Luego, en su alocución, y en una clara advertencia dirigida a los trabajadores del Estado, aseguró que no se puede pagar lo que no se puede. Esto en medio de unas paritarias que se llevan adelante de modo amable hasta el momento, pero que se supone irán levantando en temperatura si la caja de sueldos no brinda mejores opciones que la de “no hay plata”.

Está claro que la decisión del gobierno nacional de no mandar ningún tipo de subsidios para el transporte será fatal -sino surge una opción superadora- tal como se anunció por estas horas. Por lo pronto ya comenzaron las restricciones de servicios, que no es más que apretar para que el Estado se haga cargo de la solución. Pero “no hay plata”.

Buscando el origen de responsabilidades, asimismo, acusó al BCRA de “sugerir” a los bancos que no suelten la mano con los gobiernos provinciales en el sentido de que no adelanten fondos para pagar sueldos como hizo Entre Ríos, poniendo de manifiesto implícitamente que si esto sigue de este modo peligrará en el tiempo que los haberes se paguen al día, cuanto menos.

La gente está preocupadamente expectante en ese sentido, pero cierto es que Frigerio dijo que la provincia no va a emitir bonos o algún tipo de cuasi moneda como alguna vez sucedió en Entre Ríos con el repudiado Federal del exgobernador Sergio Montiel: el mal recuerdo asusta. Pero, además, es parte de la historia de una provincia que no todos vivieron y que en algunos casos, hoy, devienen de zonas de mayor confort.

A propósito, la estrategia comunicacional del gobierno provincial viene teniendo achaques que deberá mejorar si es que lo actuado hasta aquí se supone, goza de buena intención. En ese sentido, el gobernador en otra parte de sus declaraciones aseguró que ante la escasez de recursos para pagar los sueldos de los estatales se priorizó un cronograma de pagos poniendo hincapié en los sueldos más bajos y luego en los días siguientes, ir sumando gradualmente a los de mejor posición salarial. Bueno, si entonces la idea no es manipular información oficial habrá que decirle al gobernador que esa metodología se viene usando desde hace 20 años. Es decir, nada nuevo bajo el sol.

Luego, repitió lo que ya había dicho en otras oportunidades de que tuvo que endeudarse para pagar la deuda en dólares que quedó de gestiones anteriores a un costo que sobrecarga la situación crítica de la provincia.

Como copete de noticias, el gobernador aludió por enésima vez (entre lo que dice en persona y aseguran las gacetillas oficiales) a la “incautación” de autos oficiales que parten desde un lógica informativa llena de imprecisiones y que responden a la falta de buena data de los funcionarios que la rastrearon.

En primera instancia faltaba definir el paradero de 80 autos y se advirtió a los exfuncionarios que no se hagan los otarios y los entreguen. En minutos, la cantidad bajó a 12… Lo ideal sería primero precisar la información y después denunciar, así sea solo uno el auto que falte porque llevarse lo que no es propio no es “retención indebida” como dijo un alto funcionario del gobierno, como alertando sobre sorpresas en relación a quienes lo tienen y que, por ahora, no se quiere hacer público.

Y si no hay culpables, no hay inocentes.

Cuando aún la ley de Milei estaba con vida y había sido aprobada en general incluidos los cinco votos de los diputados entrerrianos que responden al oficialismo, el mandatario aseguró que no quiere nada que conspire contra los recursos provinciales y autonomías provinciales y nuestros legisladores no apoyarán nada que genere un impacto así. Lo que en buen romance significa toda una buena noticia… a futuro, claro.

El silencio oportuno también es parte de una estrategia apropiada para un gobierno en apuros.



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