Cristian Barreto, de 39 años, permanecía ayer inconsciente en el hospital. José Luis Martínez dijo que se defendió del ataque.
José Luis Martínez dijo que atropelló a Cristian Barreto cuando vio que este le apuntaba con un arma. Luego dio marcha atrás con su vehículo y lo pisó. Por este episodio, se analiza si el primero actuó legítimamente para defenderse, ya que de hecho resultó con dos balazos en su cuerpo, mientras que el segundo pelea por su vida en el hospital San Martín de Paraná.
El conflicto desatado en Bajada Grande en horas de la noche del sábado sigue su trámite en los Tribunales, donde se intenta esclarecer el confuso suceso que terminó con dos personas lesionadas.
La investigación llevada adelante por parte del personal de la comisaría 11ª, de la División Homicidios (Dirección Investigaciones) y del fiscal Gonzalo Badano, a cargo de la causa, pudo reconstruir el episodio que fue el corolario de un altercado que había comenzado en horas de la tarde y concluyó de forma violenta antes de la medianoche. Tal como informó UNO, se enfrentaron dos grupos familiares de la zona del noroeste de Paraná por problemas personales. Martínez habría intentado ir a dialogar con los oponentes, pero fue recibido a los tiros. Cristian Barreto, de 39 años, quien estaba acompañado por otras personas, le disparó, y Martínez, que iba a bordo de su auto Ford Escort, lo embistió. Ambos fueron asistidos en el nosocomio, pero el baleado se retiró de alta en seguida, y el atropellado quedó en Terapia Intensiva por sufrir un derrame cerebral.
Según lo informado a UNO hasta el cierre de esta edición, Barreto permanecía internado e inconsciente, en estado reservado. Los médicos del hospital evaluaban los pasos a seguir para sacarlo de este cuadro crítico.
A Martínez lo citaron a declarar en una entrevista informativa a la Fiscalía (ya que eventualmente podría ser imputado), y dio su versión de los hechos.
Fuentes judiciales indicaron que recordó que aquella noche conducía su auto por Estrada y Procesión Náutica, y vio que Barreto le apuntó con el arma. Entonces, decidió embestirlo y logró derribarlo. Luego retrocedió y lo atropelló nuevamente, para finalmente darse a la fuga.
En el auto de Martínez se encontraron los vestigios de los balazos efectuados por el tirador, mientras que el conductor había sido alcanzado en un brazo y en la espalda por los proyectiles.
Por otro lado, hay testigos que también han declarado en la causa y habrían corroborado, al menos en los principales aspectos, esta versión.
El arma de fuego aún no fue localizada, pese a los allanamientos que se realizaron en estos días. Según testigos y el propio Martínez, se trataría un revólver, lo que se corroboraría con la ausencia de vainas servidas de las municiones disparadas en el lugar del hecho.
A Martínez no le han podido extraer los plomos del cuerpo aún, por lo que estos no se pudieron analizar.
En estos días estarán completos los informes de Criminalística sobre las pericias realizadas en la escena del crimen.
Por otro lado, en los procedimientos realizados se secuestró una moto de similares características a la que tenía un hombre que estaba al lado de Barreto al momento del ataque.
En este marco, no se descarta que la causa se caratulada como una legítima defensa, o al menos como un exceso de ese accionar en el cual Martínez habría actuado de ese modo al ver en peligro su vida. De todos modos, esto se encuentra aún en plena etapa de investigación y no se descarta ninguna versión.
FUENTE: Diario Uno