La obra se llama «Sacerdotes para siempre». Con lo recaudado edificarán un hogar sacerdotal para albergar a más religiosos retirados.
En la actualidad, el hogar sacerdotal Jesús Buen Pastor funciona en calle Italia 450, en Paraná. Son actualmente unos 12 sacerdotes los que residen en el lugar. Algunos de ellos ya se jubilaron; otros, de avanzada edad o no, atraviesan alguna dolencia que les impide vivir solos. Este espacio estuvo a cargo de las Hermanas Siervas de la Divina Providencia hasta el 2020, quienes se ocupaban del cuidado de los religiosos, pero al reducirse las vocaciones, no pudieron continuar esta tarea a la que se encomendaron durante muchos años. Desde entonces el Arzobispado de Paraná es la institución que se ocupa del bienestar de quienes se alojan en el lugar, que hoy cuenta con poco espacio en relación a una creciente demanda.
En este marco, se proyectó construir un inmueble que pueda albergar a más sacerdotes. Para este fin, se están implementando diferentes maneras de reunir fondos que ayuden a su concreción. Una de ellos es la venta de un libro que se va a presentar el miércoles 27, que lleva el título “Sacerdotes para siempre”, y que hasta el 24 de este mes se puede reservar a un precio diferencial a través de una preventa que se está realizando. Sobre este punto, el padre Leandro Bonnin, uno de los colaboradores en difundir la iniciativa, contó a nuestro cronista: “Para construir el hogar sacerdotal Jesús Buen Pastor vamos a publicar un libro que contiene un poco la historia vocacional de 26 sacerdotes. En el actual lugar donde está la Residencia Sacerdotal, los sacerdotes son atendidos y acompañados por un equipo de laicos y el padre Luis Anaya, quien está a cargo de la coordinación de las actividades del hogar. Pero esa casa en la cual actualmente están residiendo no pertenece a la Arquidiócesis de Paraná y está en un comodato, que está próximo a vencer: este lugar pertenece a las hermanas siervas de la Divina Providencia, que generosamente lo han concedido bajo esta modalidad, pero no puede ser adquirido ni puede pasar a la Arquidiócesis de Paraná”.
“Por otra parte, es una casa que aunque se le han hecho ya algunas adaptaciones no parece ser el lugar más adecuado cuando algunos sacerdotes tienen problemas de salud que limitan mucho su movilidad cero; también para aquellos sacerdotes que necesitaran una atención aún más adecuada en momentos de enfermedades terminales previos a su partida como ya ha ocurrido”, añadió.
Sobre la necesidad de tener un espacio más amplio, el padre Bonnin mencionó: “Se da también una situación muy especial y es que en el hogar sacerdotal no sólo han sido atendidos, cuidados y acompañados en sus rehabilitaciones o acompañados hasta el momento de su partida sacerdotes de la diócesis de Paraná, sino que el hogar se ha transformado en un punto de referencia para otras diócesis cercanas, han venido aquí sacerdotes de varias diócesis no sólo de la provincia sino también de la región. Ya que casi ninguna diócesis cuenta con una institución de estas características, por ende se piensa en que es necesario construir ya de manera definitiva un hogar que reúna ciertas características: que sea cómodo y acogedor en un clima de intimidad, de reserva; que tenga la estructura de una casa, pero que también tenga una posibilidad de apertura a la comunidad ya que algunos sacerdotes pueden continuar con tareas como la reconciliación, la dirección espiritual o simplemente recibir familiares que desean visitarlos”.
En este sentido, precisó que el lugar elegido, después de algunos tiempos de discernimiento, fue el predio del actual centro El Salvador, ex Mariápolis. “Se lo llama así porque ya hace un año este lugar, que pertenece al Arzobispado de Paraná pero que era cedido como comodato, hoy es un centro diocesano que continúa significando un lugar de encuentros y retiros espirituales, pero que posee un predio muy amplio. Por ende, enfrente de la actual casa El Salvador, la casa de retiros, conocida por muchos como Mariápolis, en el lugar de la cancha de fútbol, se comenzó a edificar el nuevo edificio, el nuevo hogar sacerdotal”, explicó Bonnin.
El sacerdote adelantó que tendrá tres etapas en su construcción. “Es un proyecto amplio, ambicioso, porque se contempla también la posibilidad de que puedan venir sacerdotes de otros lugares. Cada una de las etapas tiene sus espacios de habitaciones y sanitarios; también una capilla, comedor, salas de estar, salas para recibir visitas, pequeños parques, espacios verdes integrados en la casa. Y en esta oportunidad se está construyendo, teniendo en cuenta toda la normativa vigente que desde las autoridades sanitarias a nivel nacional y provincial se requieren para que una casa pueda ser, con todo lo que eso significa, un lugar adecuado para los adultos mayores”, señaló, y subrayó: “Por ende, se tienen en cuenta todos esos requerimientos en cuanto a los anchos de las puertas, en cuanto a los espacios de movilidad para posibilidad de sillas de ruedas, de camillas, los sanitarios construidos de ese modo, y demás”.
“En este momento la etapa inicial se ha hecho con recursos propios del arzobispado y con donaciones de particulares, también se está haciendo una campaña. Este año, Dios mediante, los fieles que concurren a las parroquias o que están vinculados de una u otra manera a la iglesia se les va a informar sobre campañas de donación, que tendrán como fin específico la recolección de fondos para el hogar sacerdotal. Para ello hay una cuenta bancaria que pertenece al arzobispado de Paraná, pero que tendrá como finalidad exclusiva la construcción del hogar, el alias es HOGAR.SACERDOTAL”, agregó el religioso sobre otras formas de colaborar.
En cuanto al libre, sostuvo: “Es un grupo de sacerdotes que ha querido compartir su testimonio. Son 26 sacerdotes que accedieron a escribir o a relatar oralmente para que luego sean transcriptos los testimonios sobre como ha surgido en el marco de su vida familiar o carrera profesional o trabajo”.
“De modo de Dios a ser sacerdotes, los 26 testimonios están recogidos en un libro cuyo título es sacerdotes para siempre historias reales de llamados divinos. La temática es muy interesante, sobre todo porque nos permite darnos cuenta de que los sacerdotes surgen, las vocaciones brotan de las familias, en la mayoría de los casos de las parroquias, de los grupos, de los movimientos, de la vida de la iglesia. Muestran también cómo la vocación sacerdotal, aunque sea no tan usual, es capaz de brindar a las personas un camino de plenitud y de felicidad, tanto en lo que implica la consideración a Dios como en lo que implica el servicio a las personas, el contacto con las personas”, concluyó.
El libro se puede adquirir hasta el 24 de este mes en un período de preventa por un precio menor. Luego el día de la Misa Crismal, el miércoles 27 ya saldrá a la venta directa al público en las parroquias o en la librería del Arzobispado. Si alguien desea adquirirlo en tiempo de preventa puede pedir información comunicándose al teléfono 0343-4218971, que es el de la librería del Arzobispado, situada en calle Su Santidad Francisco 77.
UNO.