Confirman condena de 26 años a hombre por abuso sexual

Quedó firme la pena de prisión a un hombre por abuso sexual agravado de su hija, a quien obligó a engendrar cuatro hijos manteniéndola oculta.

La Cámara de Casación Penal de Paraná confirmó la condena de 26 años de prisión efectiva, dictada por el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, contra un hombre identificado como «TPD», por abuso sexual agravado. A raíz de los abusos, el hombre forzó a su hija a engendrar cuatro criaturas, mientras la mantenía oculta y coaccionada durante más de 10 años.

El condenado fue enjuiciado por el Tribunal integrado por Darío Ernesto Crespo, Javier Cadenas y Dardo Tortul y el 14 de noviembre de 2019 fue sentenciado a cumplir una condena de 26 años de prisión efectiva, por haberlo considerado autor responsable de los delitos de “Abuso Sexual Agravado por Acceso Carnal”, a su vez “Calificado por causar grave daño a la salud, su condición de ascendiente y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente con una menor de 18 años, en forma reiterada.

La víctima, siendo aún menor de edad, fue sustraída, ocultada, abusada y coaccionada durante algo más de 10 años, a manos del propio padre. También se lo halló culpable de los delitos de Sustracción y ocultamiento de Persona Agravado, por tratarse de una menor de 18 años embarazada; y Coacciones Simples; todos en Concurso Real entre sí.

Cuando la víctima pudo tomar la decisión de huir con sus cuatro hijos y, atravesada todavía por el miedo, regresar a su ciudad, pudo reencontrarse con su familia y recién entonces se sintió segura poder concretar la denuncia pertinente.

La pena de 26 de años de prisión impuesta por el Tribunal resultó ser la máxima posible en función del petitorio efectuado por el Ministerio Público Fiscal, permaneciendo entretanto el condenado con prisión preventiva en la Unidad Penal hasta tanto la sentencia adquiera firmeza, dado que aún cuenta con la posibilidad de acudir ante el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, última instancia provincial.

Respecto a ese punto, Casación respaldó -por mayoría- al Tribunal en el rechazo que hiciera oportunamente en su sentencia a la prescripción parcial planteada por el acusado. Expresó en ese sentido que, siguiendo los lineamientos del fallo Ilarraz, «la víctima no tuvo nunca una posibilidad cierta de poder ejercitar su efectivo acceso a la justicia, y que fue el mismo imputado el que obturó toda posibilidad de procurar su tutela efectiva».

Consideró también la «pertinente mirada con perspectiva de género con la cual debe ser abordada la cuestión, como asimismo el interés superior del niño, extremos que el Tribunal de Casación considera ampliamente satisfechos».

LA VÍCTIMA

En los fundamentos de la resolución se destaca que “debe resaltarse desde el plano probatorio, la importancia decisiva que en estos casos adquiere la versión de la víctima, que se erige como un elemento de convicción de significativa trascendencia frente a la regular procura de esta clase de agresores, que buscan que estos aberrantes hechos acontezcan en la intimidad alejados de la mirada de terceros, para con ello luego darse la chance de dificultar la recaudación de prueba directa para facilitar su impunidad, aprovechándose al mismo tiempo que generalmente, quienes resultan ser sus víctimas, lo son en contextos de absoluta asimetría, violentos y/o de género todo lo cual obliga a los jueces a extremar la interpretación y mérito de las evidencias, dándoles el máximo rendimiento probatorio sin ignorar esas especiales circunstancias y sus contextos”.

También se hace referencia a «la decisiva versión de la víctima, que resultó ampliamente corroborada, no solo por su verosimilitud intrínseca y extrínseca, sino también por los restantes testimonios, los plurales informes psicológicos, y la irrefutable y objetiva prueba constituida por las pericias de ADN producidas, que acreditaron científicamente la forzosa descendencia provocada a raíz de los abusos, que le significaron engendrar cuatro criaturas fruto de los mismos, todo lo cual aconteció durante el período en que este agresor tuvo a su hija sustraída, oculta y coaccionada, lejos de su lugar de residencia original, desconectada del resto de su familia, en donde la obligó además a convivir simulando una aberrante situación de pareja que por supuesto no era ni podía ser tal».

La investigación penal del caso estuvo a cargo de la Fiscal Auxiliar Josefina Beherán y el Fiscal Coordinador Gamal Taleb, integrantes del Ministerio Público Fiscal de Gualeguay.

De quedar firme la condena impuesta, deberá ser cumplida por T.P.D. en la Unidad Penal nº 7 de Gualeguay, lugar en el cual actualmente se encuentra alojado preventivamente.

FUENTE: Diario Uno



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