Concepción del Uruguay: La labor de la iglesia ante la grave situación social

El sacerdote de la parroquia “San Roque” de Concepción del Uruguay, Mariano Maio, se refirió al trabajo para paliar la grave crisis social y ahondó en la necesidad de “reforzar a la familia como institución”.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Maio sostuvo que “la función de la comunidad creyente es, buscar siempre a la luz de la fe la mejor vida para las personas, y en primer lugar considero que el trabajo que –como sacerdote- debe ser primordial es reforzar la institución familiar. Hoy estamos viviendo una gran crisis social, en cuanto a necesidades materiales y demás, producto del rompimiento de esta institución tan importante para la sociedad que es la familia, donde un hombre y una mujer luchan juntos por el bien de sus hijos. Y cuando esta institución está como hoy, tan vapuleada, golpeada, desmembrada, afectada por vicios, por adicciones, como resultado se ve una carencia del afecto, del amor, que es primordial para cualquier persona, y una gran necesidad en cuanto a lo material, la alimentación. Entonces el foco es la familia y el trabajo que debería ser el gran desafío como argentinos es generar instituciones que ayuden a conformar las familias”.

En cuanto a la situación social y el avance de la droga en los barrios, comentó: “Tenemos el centro de adicciones Betania donde buscamos acompañar esas situaciones, también grupos de alcohólicos, y próximamente vamos a trabajar otra pandemia que se está desatando que es la ludopatía que arranca desde la adolescencia. La adicción es una fragilidad del hombre, que vacío de sentido, va a cubrir eso con comportamientos que no terminan de saciarlo”.

“Y hoy la problemática se da por lo golpeada que está la familia, hoy casi no tenemos familia, hay ausencia de familia y eso significa vulnerabilidad y puerta abierta para lo que venga; la institución que sostiene todo hoy está en una grave crisis y desde allí viene el hambre, la adicción, violencia, etc. Tenemos el centro de adicciones, el centro para ayudar con el alcoholismo, con la ludopatía, tenemos un comedor para asistir a las familias, pero lo que vemos es que cuando hemos podido ayudar a conformar la familia han podido salir”, planteó el sacerdote.

En este contexto, sostuvo también que “hay una gran necesidad de vivienda; y hay grupos familiares que viven hacinados en los barrios, muchos lugares son armados con elementos precarios que ni siquiera pueden definirse como una casa, sino que son más bien refugios, y allí sobreviven mujeres con niños. Y se ve continuamente armar este tipo de lugares tipo casillas para pasar estos fríos, armados con tablas, bolsas, cartones”.

Consultado por la asistencia del municipio, comentó: “Tenemos ayuda de diversos lugares, cuando solicitamos ayuda al municipio la hemos tenido pero muchas veces eso no alcanza y por eso acudimos a la comunidad, que siempre colabora. Hoy la labor que se realiza es por el esfuerzo de muchos, y el foco se pone siempre en los niños, en los más vulnerables”.

“Aunque parezca un esfuerzo que no termina de solucionar todo, mi misión la entiendo en fortalecer el hogar, la familia, en hablarle a las nuevas generaciones que ellos pueden hacer algo distinto, formar algo distinto, y esa es la clave de la salida. Lo mejor que nos podría pasar como argentinos es ponernos en lucha firme de reforzar a esta institución generando leyes, políticas y todo lo que la pueda proteger y alentar”, concluyó.



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