Los brasileños acuden hoy al balotaje más importante desde el fin de la dictadura militar en 1985. Ayer, el líder del PT hizo una caravana al uruguayo ‘Pepe’ Mujica, mientras que Bolsonaro participó de un desfile en moto.
Los brasileños votaban hoy en el balotaje de la elección presidencial entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula da Silva, unos históricos comicios para los cuales fueron convocados 156 millones de personas.
Las mesas abrieron a las 8 y cerrarán a las 17 (la misma hora que en Argentina), tras lo cual comenzará la divulgación en tiempo real de los resultados gracias al sistema de urnas electrónicas.
El presidente Bolsonaro, de 67 años, votó apenas abrieron las mesas en una escuela en el oeste de la ciudad de Río de Janeiro y dijo que esperaba vencer «si Dios quiere» y «por el bien de Brasil».
Tenemos «expectativas de victoria para el bien de Brasil. Solo hemos tenido buenas noticias en los últimos días. Si Dios quiere seremos victoriosos hoy a la tarde», dijo Bolsonaro a periodistas luego de votar.
El mandatario de ultraderecha llegó a la escuela en el barrio Villa Militar, en el oeste de Río de Janeiro, minutos antes de la apertura de las mesas, escoltado por una caravana de autos negros y vestido con la camiseta del seleccionado de fútbol de Brasil.
Bolsonaro se acercó a saludar a sus seguidores al bajar de su auto, y luego debió esperar a que fueran las 8, la hora de la apertura de las mesas, para que lo dejaran ingresar a la escuela.
El expresidente Lula, de 77 años y líder del Partido de los Trabajadores (PT), tenía previsto votar en San Pablo.
Elección «con tensión elevada»
Lula, quien hizo una caravana en la Avenida Paulista de San Pablo en la que participó el expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, denunció que existe una «máquina de fake news» en las redes sociales en las últimas horas en su contra impulsada por el bolsonarismo» y que Bolsonaro, en caso de derrota, deberá aceptar el resultado.
El presidente Bolsonaro, en tanto, participó de una caravana en motocicleta por Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, al lado del gobernador Romeu Zema, en una apuesta por torcer el rumbo de la elección en ese estado, que es considerado clave para lograr mayorías, siendo el segundo distrito en cantidad de electores después de San Pablo.
La previa de las elecciones tuvieron un suceso dramático este sábado, con la diputada bolsonarista Carla Zambelli siendo filmada persiguiendo con una pistola a una persona negra lulista con la que supuestamente intercambió algunas palabras en el barrio de Jardins, uno de los lugares de la elite de San Pablo, a 800 metros de donde estaba la caravana de Lula con miles de personas.
La ley electoral prohíbe a civiles portar armamento aunque esté autorizado 24 horas antes de la elección para evitar violencia política.
En San Pablo, Lula recibió a la prensa nacional y extranjera antes de su caravana. Allí, al lado de Mujica, confiado en que el pueblo brasileño decidirá «por el cambio» y abogó para que el mandatario Jair Bolsonaro reconozca una eventual derrota en el balotaje presidencial de Brasil.
«Tenemos todas las condiciones para ganar», afirmó Lula en conferencia de prensa en San Pablo antes de hacer una caminata por la Avenida Paulista, al lado del el candidato a gobernador de San Pablo del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
Lula denunció «una máquina de mentiras lanzadas este sábado por el bolsonarismo» en las redes sociales, donde lo acusa de querer imponer unos impuestos a los monotributistas y microemprendedores.
El candidato de una coalición de partidos liderados por el PT recordó que en todas las elecciones en que participó nunca hubo problemas para reconocer los resultados, en alusión al rechazo sobre el sistema de votación que manifestó el actual presidente de Brasil durante toda la campaña.
En este sentido, en otro tramo de la conferencia de prensa, Lula afirmó que no sabe si Bolsonaro estará dispuesto a iniciar una transición o a entregar la banda presidencial el 1 de enero. «Por mi que me pasen la banda los del pueblo, un centenar de obreros que me pasen la banda», sostuvo.
De todos modos, aclaró que no quiere «sentarse antes de tiempo en la silla presidencial», citando un viejo caso de la política brasileña, cuando el expresidente Fernando Henrique Cardoso perdió en 1985 la alcaldía de San Pablo frente a Janio Quadros y salió en la tapa de las revistas sentado en el sillón del intendente una semana antes de los comicios.
Los aliados de Lula también se movilizaron en San Pablo, como fue el caso de Simone Tebet, tercera colocada, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), que pidió el voto de los indecisos para Lula.
Más de 150 millones de electores se encuentran convocados a elegir este domingo un presidente para el período 2023-2026. Es la primera vez que un presidente en ejercicio perdió la primera vuelta buscando la reelección. Fernando Henrique Cardoso, Lula y Dilma Rousseff no pasaron por esa situación.
El mandatario de ultraderecha perdió ante Lula por 48,4% contra 43,3% en la primera vuelta, tras lo cual hubo cuatro semanas de la campaña más violenta y con tensión política y discursiva de la historia.
Simone Tebet, tercera colocada, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), que pidió el voto de los indecisos para Lula.
En voto totales, Lula se mantuvo en 49%, Bolsonaro subió de 44 a 45%, con 2% de indecisos y 4% de personas que respondió que anulará el voto o emitirá el voto en blanco.
La TV Globo, por su parte, divulgó pasadas las 18 la encuesta del Instituto Ipec, que otorgó 54% a 46% de Lula contra Bolsonaro.
Elecciones de gobernadores en Brasil
Además de presidente, habrá segunda vuelta en 12 estados para elegir gobernador, con especial importancia en el estadso más poblado del país, San Pablo, donde lidera las encuesta el exministro bolsonarista Tarcisio de Freitas ante el petista Haddad.
Por primera vez desde 1996 no habrá un gobernador el Partido de la Social Democracia Brasileña en San Pablo, estado que tiene un tercio de la economía del país y 46 millones de habitantes.
Otra situación de complejidad se da en otro estado fuerte, Bahía, donde Jerónimo Rodrigues, del PT, buscará continuar el gobierno del Partido de los Trabajadores que se inició en 2006 ante el popular exintendente de Salvador Antonio Carlos Magalhaes Neto, de Unión Brasil, aunque se declaró neutro a nivel nacional a raíz del rechazo que tiene en la región noreste Bolsonaro.
El escrutinio en tiempo real comenzará a las 17 tras el cierre de las urnas y se espera un pronunciamiento de Lula pasadas las 19.30, según informó su equipo de campaña.
Télam.