En diálogo con EL DIARIO, el Intendente de Paraná expresó: “Nuestro diálogo está orientado a aquellas personas que tienen un interés directo en el tema, pero como a la convocatoria la hace la Defensoría nosotros no ponemos ningún tipo de condiciones para sentarnos a dialogar”. Aseguró que se plantarán 250 árboles en la zona de la obra.
La Defensoría del Pueblo propuso un espacio de diálogo por el conflicto por las obras de calle Racedo ¿La Municipalidad va a participar?
—Sí. Nosotros permanentemente estamos abiertos al diálogo. Más allá de que acá tengamos una sentencia de la Justicia que nos asiste en la razón siempre vamos a dialogar porque tenemos que sentarnos y escucharnos. Tuvimos instancias de diálogo cuando ejecutamos el proyecto, cuando lo presentamos, cuando hicimos el llamado a licitación, cuando se hizo la publicación. Hablamos con las vecinales y con algunos vecinos, en el marco de la pandemia porque no se podían hacer reuniones multitudinarias. Hubo otra instancia en la Defensoría del Pueblo de diálogo con los vecinos y nosotros accedimos, pero luego los vecinos desistieron de ir para quedar a la espera de la sentencia de la Justicia.
—En la mesa de diálogo va a estar de un lado la Municipalidad, ¿y del otro quién va a estar? Porque se presentan más de un sector. Están los vecinos frentistas, las instituciones ecologistas, las vecinales…
—A nosotros nos interesa el diálogo con las personas que tienen intereses directos en el tema. En este caso son los vecinos frentistas que en un número importante están de acuerdo con la obra por los múltiples beneficios que traen. Es una obra que tiene una importante intervención en el sistema cloacal, en la colocación de cañerías de agua para mejorar la presión y que va a ir por el espacio verde y no por el medio de la calzada; tiene desagües pluviales. Se van a instalar luces led, la señalización horizontal y vertical. Tiene muchos beneficios y a los vecinos les interesa porque va a valorizar sus propiedades. Nuestro diálogo está orientado por lo tanto con aquellas personas que tienen un interés directo en el tema, pero como a la convocatoria la hace la Defensoría nosotros no ponemos ningún tipo de condiciones para sentarnos a dialogar.
—Pero la Defensoría puso como condición que se detengan las obras mientras se desarrolle el diálogo. ¿Eso va a ser así?
—Es que las obras están detenidas de facto por falta de seguridad. La empresa todas las mañanas va y labra un acta donde se deja constancia de que quiere comenzar con los trabajos pero que hay diferentes grupos que lo impiden. Porque la mayoría no son vecinos sino que son de organizaciones que no tenemos identificadas porque están bastante atomizados. La empresa se presenta y le impiden trabajar. Son 30 personas que ese día tienen que cobrar el sueldo y si no hacen esa presentación después no van a poder reclamar por el lucro cesante y los costos que implica esa situación. A eso lo va a terminar pagando el pueblo de Paraná. No es que exista una suspensión de la obra dispuesta en sede administrativa. La suspensión está en la práctica porque se lo impiden y porque no están dadas las condiciones de seguridad para llevar adelante la obra.
VIOLENCIA
—Después de los hechos violentos del lunes, ¿cree que se podrían haber evitado?
—Nosotros no llamamos a nadie para que vaya a ese lugar a defender a uno u a otro. El que me conoce y sabe de mi trabajo de 10 años como ministro de Gobierno sabe que jamás propicié una situación de violencia. Todo lo contrario. Siempre hemos intervenido para que haya diálogo y no haya violencia. Y estuve en situaciones de violencia como fueron los conflictos con el campo, los cortes de ruta y distintas manifestaciones. Siempre vamos a estar en contra de la violencia.
—Viendo todo el proceso, ¿desde la Municipalidad se hace algún tipo de autocrítica de cómo se manejó toda la relación con el vecino?
—A mí me parece que hubo poca receptividad de la información tal vez porque al principio no se creía que esta obra se iba a realizar. Cuando en agosto convocamos a las vecinales lo hicimos público, al igual que cuando hicimos el proyecto que salió en los medios. También con el llamado a licitación y adjudicación. Nadie vino a expresar algún tipo de reparo. Los reparos vinieron cuando la empresa desembarcó para empezar a trabajar. Se hizo contacto con algunos vecinos, se trabajó mucho con las vecinales, no solamente con los de Sáenz Peña sino también con las vecinales aledañas que van a recibir los beneficios de la obra. Se hizo todo lo que se pudo hacer en el marco de la pandemia, porque no podíamos hacer asambleas con muchas personas. Pero hay personas que plantean cosas que ya están en el pliego. Es información que está pero que por una u otra razón no ha sido recepcionada, ya sea por una comunicación ineficiente o porque no ha habido predisposición a escuchar. O porque no se creía que íbamos a hacer la obra. Pero nosotros somos serios y cada una de las obras que estamos planteando tiene asegurado el financiamiento y las tenemos planificadas en el tiempo. Tal vez no creyeron que se iba a hacer porque esta obra se prometió muchas veces, hace 60 años que está dando vueltas. Seguramente algo no se planteó de la manera adecuada para que las dudas estén debidamente clarificadas. Parte del diálogo fue interrumpido cuando el Foro Ecologista va a la Justicia. Bueno, después tuvimos las sentencias en primera y segunda instancias y sin embargo seguimos teniendo inconvenientes. Si tenemos en una primera etapa alguna cuestión a rever de la comunicación yo creo que el fallo ha sido debidamente comunicado de manera fehaciente y sin embargo seguimos con esta situación. A parte, por un lado, tenemos a los frentistas que hoy están preocupados porque no pueden transitar, muchos tienen miedo porque hay situaciones de violencia. Hay muchas personas que están en el lugar acampando y no sabemos quiénes son, a quiénes representan. Creo que la representación clara es la institucional. A los gobiernos los elige la gente para gobernar y tenemos la responsabilidad de llevar adelante acciones para construir una mejor ciudad.
“De 80 árboles, 36 pueden ser trasladados”
—Con respecto a los árboles, el plan es plantar tres ejemplares por cada uno que se extraiga. Además, replantar a los que sea posible. ¿Se relevó cuántos están en condiciones de ser trasplantados?
—En toda la trama hay 200 árboles. Ochenta están sobre la traza. Dentro de esos 80 árboles hay algunos que están muy enfermos, huecos, podridos. Los primeros que cortó la empresa estaban huecos y en una tormenta corren riesgo de caerse. De los 80, hay 36 que son susceptibles de ser trasladados. Es decir que tienen una expectativa de vida alta. No son tan grandes, son adultos y se pueden trasladar. A fines de abril o mediados de mayo es una época favorable para hacer el traslado. Nosotros llevamos esa propuesta a la conciliación judicial. En el pliego está contemplada la sustitución de los árboles. Yo no hablo de talas, esta es una obra más que beneficiosa para el ambiente porque si hoy es un sector verde dentro de unos años va a ser un sector muchísimo más verde. Porque de cada árbol que se extrae se plantan otros tres de especies autóctonas, que son mejores que las que actualmente están. Se van a plantar en la zona 200 árboles más que también fueron a la propuesta en la conciliación y tampoco fueron aceptadas. Para este año tenemos planeado plantar 4.000 árboles más en la ciudad. Por eso me pregunto si esto es una cuestión política o tiene que ver con los árboles. Porque si estamos hablando de 30 árboles contra 4.000 claramente está nuestra postura de cuidado del ambiento y el arbolado. Salvo que esos árboles tengan algo en especial, pero son de especies exóticas, no son autóctonas. Algunos son viejos y serán sustituidos por árboles jóvenes y sanos. Hemos logrado garantizar que los árboles que se van a plantar en ese lugar son árboles de más de 15 años, es decir que rápidamente vamos a estar recuperando la situación actual. Creo que algunos vecinos se sienten rehenes por esta situación que, como vimos en las imágenes, son violentas, agresivas, por personas que en muchos casos no se identifican y tienen atemorizadas a las personas que viven en el lugar. Creo que esto se ha politizado porque si con todos estos elementos no nos podemos poner de acuerdo en realidad hay posiciones, y las posiciones no se pueden negociar.
—Soledad Cantero, jefa de gabinete del ministro de Ambiente de la Nación, tuvo una posición pública sobre el tema. ¿Habló con usted previamente?
—No me llamó antes de eso. Salió a expresar una postura tal vez con pocos elementos. Creo que las impresiones de ella han sido en un contexto de falta de información.
—¿Está la posibilidad de dar marcha atrás con el proyecto?
—Acá tenemos dos grandes aspectos: las obras y el arbolado. Hay muchas preguntas de los vecinos sobre los desagües, cloacas, presión del agua, iluminación, señalización. Todo eso está contemplado en el proyecto y son respuestas para los vecinos frentistas sobre la obra. Con respecto a los árboles tenemos toda esa batería de acciones. Esta obra ha estado desarrollada por técnicos de todo tipo, estuvo sometida a un proceso licitatorio, fue analizado por la Justicia. Fue aprobada por el Ministerio de Infraestructura de la Nación, que auditan estos aspectos porque está financiada por el programa Argentina Hace II. Así que no hay ninguna cuestión que sea reprochable. Eso quedó claro en la reunión de conciliación de la Justicia. No hay ningún elemento válido y suficiente para cambiar el proyecto. El diálogo está puesto en la estrategia de arbolado de la ciudad y las explicaciones de los aspectos de la obra.
FUENTE: El Diario