Agmer rechazó las pruebas Aprender y proponen otro sistema de evaluación educativa

A través de un comunicado, los gremios docentes nucleados en Ctera como Agmer, manifestaron su rechazo a la aplicación de las pruebas Aprender por las que en Entre Ríos se evaluarán a 23 mil estudiantes de sexto año. Aseguraron que se trata de «dispositivos que limitan la posibilidad de hacer un verdadero diagnóstico acerca de los procesos de aprendizaje y de las situaciones educativas en toda su complejidad».

En esa línea, desde Ctera propusieron «pensar en un verdadero y riguroso sistema de evaluación que permita resolver los problemas fundamentales de la educación, partiendo de una Evaluación del Sistema Educativo que sea integral, formativa, no-punitiva y que, en definitiva, contribuya con el mejoramiento de los procesos de enseñanza y de aprendizaje y que no se reduzca a una simple prueba de medición y control».

Entre las razones del rechazo, advirtieron «las grandes dificultades que han tenido las y los estudiantes para sostener sus procesos de aprendizaje durante el contexto de pandemia; como así también las fuertes desigualdades existentes entre los distintos sectores de la sociedad y que han impactado de manera muy diferenciada en las posibilidades educativas del conjunto, perjudicando más a los sectores en condiciones de vulnerabilidad, con escasos recursos y en los niveles socioeconómicos más bajos».

Insistieron en que «las pruebas estandarizadas de este tipo constituyen una mirada reduccionista de los procesos educativos y que de ninguna manera resultan apropiadas para comprender su complejidad, pues sólo se limitan a “medir” una parte muy reducida de los contenidos de aprendizaje».

«Hoy se suma la pregunta sobre qué sentido tiene plantear una prueba homogénea que evalúe los mismos contenidos a una población estudiantil que ha transitado de manera muy heterogénea el año lectivo, y que ha sufrido tremendas diferencias y desigualdades agudizadas en tiempos de pandemia», agregaron.

Por otro lado, remarcaron la importancia de reconocer que «durante el contexto de pandemia las posibilidades de desarrollar los procesos de enseñanza se vieron seriamente afectadas y la docencia en su conjunto tuvo que focalizar más su trabajo en las tareas de cuidado, seguridad sanitaria, atención e inclusión, lo que devino en sobrecarga laboral e intensificación del trabajo, teniendo a su vez que desplegar una serie de alternativas comunicacionales y tecnológicas para garantizar la continuidad pedagógica frente a la desigualdad social que la pandemia puso aún más al descubierto».

«No se puede pensar hoy en aplicar una prueba estandarizada que sólo “mida” contenidos, para luego sacar resultados homogeneizantes o porcentajes generales de aprobación, sin tener en cuenta todos estos condicionantes que afectaron de manera muy desigual a todo proceso educativo», insistieron.

«Ahora, más que nunca, se torna necesario pensar en un consistente sistema nacional de evaluación educativa que brinde la información necesaria para mejorar las diversas problemáticas educativas y así contribuir con el pleno ejercicio del derecho a la educación desde una perspectiva de justicia curricular, de soberanía pedagógica y con sentido igualitario e inclusivo», finalizaron.

(APF)



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