El organismo provincial desarrolló un abordaje en Crespo, dejando conocimientos y estrategias en materia de seguridad vial. El municipio recibió bastones lumínicos y chalecos refractarios. Se concretó una entrega y canje de cascos homologados.
Este jueves, se concretó una capacitación y aporte de elementos de protección vial, durante un encuentro mantenido en la Sala Auditorio Municipal. En ese contexto y en declaraciones a FM Estación Plus Crespo, el coordinador del Observatorio de Seguridad Vial de Entre Ríos, Luis Hartmann, expresó: «Esta jornada estuvo centrada en dos ejes: una capacitación para inspectores de tránsito y una charla explicativa sobre el uso del casco y cuestiones relacionadas a la movilidad en moto, con gente de la ciudad que se había convocado desde el municipio».
En cuanto al mensaje transmitido a quienes se desempeñan como autoridad del orden público en la ciudad, el funcionario provincial sostuvo: «Nos basamos no tanto en la parte punitoria que puede estar ligada al tránsito, sino a la educación y concientización de peatones y conductores. Trabajamos desde esa línea. Obviamente que cuando los hábitos no se modifican y las normas no se cumplen, si la gente no respeta y no acata las disposiciones, termina siempre operando la sanción. Pero desde nuestro lugar, apuntamos a la concientización. Hoy nos enfocamos en enseñarle a los inspectores de tránsito qué cuestiones son indispensables que hagan cumplir, cómo lo tiene que hacer, cuál es el rol social que ocupan y cómo deben hacer para ser respetados en la vía pública y durante sus intervenciones. Analizamos algunas cuestiones técnicas y también estadísticas. Hemos hablado bastante, sobre todo en lo que refiere al rol que ocupan como educadores y concientizadores viales, destacando que son la cara visible y constante del municipio ante la población».
La presencia del Observatorio Provincial de Seguridad Vial en Crespo no sólo trajo conocimientos, sino también aportes: «Se le proveyó de cascos integrales homologados a todos los inspectores de tránsito, para su uso constante en su desempeño motorizado. Y también, sabiendo que es un elemento de protección personal -no para compartir entre varias personas-, que tiene cierto período de vida útil principalmente ligado a su cuidado -no debe golpearse-, es que con el público se realizó un canje, dejándonos los suyos que ya no cumplen con la aptitud de seguridad. Los cascos que se retiraron es porque no están en condiciones de estar circulando y el municipio ahora va a disponer la disposición final. La idea es tener cada vez más gente usando casco, que es en definitiva, gente más protegida», afirmó Hartmann y agregó: «También entregamos bastones luminosos y chalecos».
Se trató de una primera instancia. Luis Hartmann adelantó que «habiéndose realizado este primer abordaje del año en Crespo, que fue más bien teórica, coordinamos para volver a fines de junio o principio de julio, si es posible con recurso humano y material de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, como para hacer una capacitación más práctica. Es fundamental que los inspectores de tránsito tengan conocimientos plenos, para que en cada experiencia puedan con seguridad desempeñar su función».
Sobre algunas preguntas frecuentes y dudas más recurrentes que suelen presentar los motociclistas, el coordinador del Observatorio Provincial afirmó: «En el mercado existen cascos integrales (con barbilla incluida) y cascos abiertos (sin barbilla o con otras partes de la cara al descubierto). La gran diferencia es la protección que brindan y no es una cuestión menor. La manera de saber si es homologado, es buscando la etiqueta del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), que está pegada en la parte externa del casco y posee otra interna, que es lo que certifica que ha sido testeado y cumple con las exigencias en materia de seguridad».
«El casco salva vidas y debe portarse correctamente colocado por ese motivo, no para simplemente cumplir con una norma», dijo Hartmann y se refirió a otra cuestión relevante: «Es muy importante usar el talle correcto de casco. Tal como ocurre con las prendas de vestir, vienen por letra o número, y debe calzar justo. Si queda apretado, a la persona le va a molestar y al poco tiempo dejará de usarlo. Si queda flojo, al momento de un siniestro, el casco gira en la cabeza del conductor y las cintas sujetadoras estrangulan su cuello. Lamentablemente en Entre Ríos hemos tenido casos de fallecimientos, incluso de niños, por ese motivo. El golpe en sí mismo no les quitó la vida, sino el efecto que se produce al utilizar un casco más grande. En ese sentido, recordar que es exclusivamente personal, no debe compartirse y no por una cuestión de pandemia, sino porque el material del interior se adapta a cada rostro».
Es necesario conocer un sinfín de detalles simples, que terminan haciendo a un mejor y más seguro transitar cotidiano. Desde el Observatorio Provincial de Seguridad Vial se busca instruir a los inspectores de tránsito en estas cuestiones, para que en su diario contacto con la población, puedan transmitir las recomendaciones.
Estacion Plus Crespo