La venta generó un ingreso de más de $400.000, entre plásticos blancos, plásticos verdes, botellas de aceite, nylon y soplado.
La transacción fue posible gracias al trabajo de separación y clasificación de residuos en la planta, por parte de los trabajadores/as municipales, y la colaboración de los vecinos y vecinas que separan sus residuos diariamente.
Desde el ejecutivo se alienta a toda la comunidad a seguir separando en orgánico, inorgánico y patógeno, y a quien no lo haga se lo invita a sumarse a este cambio de paradigma que nos enseña que: los desechos todos juntos son basura, pero que separados son un recurso.