Un gobierno más limitado en sus acciones que lo que aparenta

Debemos comenzar por señalar que la gestión de nuestro gobernador Bordet, en líneas generales, nos ha conformado de manera casi invariable. Y cuando se hizo presente nuestra disconformidad – tal el caso de la vacunación a “personas estratégicas”- nos limitamos a señalar el hecho, de una manera sobria y como trata de ser invariablemente nuestro comportamiento, sin ninguna clase de aspavientos.

De la redacción de El Entre Ríos

Es más, la consideración respetuosa por parte de todos que se merece el funcionario por su comportamiento y la calidad de su gestión –la última de las cuales ha sido la información de la organización de la sociedad civil de solvencia técnica e independencia frente a los gobiernos reconocida ampliamente, que implícitamente elogió a nuestro gobernador al destacar que nuestra provincia se encuentra ubicada en el grupo de las diez con mayor transparencia presupuestaria del país- es que no pueden menos que preocuparnos hechos que vendrían a demostrar que cabría tomar como señales de condicionamientos y limitaciones en su gestión.

Es que de otra manera no se explica que, como hemos tenido oportunidad de informarlo, se designe al frente de una repartición oficial provincial, a un funcionario que había sido, como consecuencia de su actuación, merecedor de graves imputaciones en otro organismo provincial, mientras que al frente de la Unidad Ejecutora Provincial se colocara a un ex intendente imputado penalmente por actos en los que habría incurrido durante su gestión al frente del municipio.

Es cierto que en ninguno de los dos casos existe una resolución firme – y en el del ex intendente recién acaba de superarse una cuestión de competencia-, dado lo cual en ambos juega a favor de los designados una presunción de inocencia, al no contarse en las actuaciones respectivas resoluciones firmes sancionatorias- pero estamos convencidos que la idiosincrasia de nuestro gobernador, coincidente con las reglas de una administración correcta, lo hubiera llevado a abstenerse de elegirlos de no existir presiones, para nosotros desconocidas, aunque intuidas. Dicho en cuatro palabras: Bordet no es Urribarri.

La otra señal que no deja de preocuparnos es la frecuencia con la que se ve a nuestro gobernador “puenteado” por los Intendentes, de los que se tiene noticia que cuentan con una “línea directa” con funcionarios del gobierno nacional, con el objeto de obtener asistencia financiera para la realización de diversas obras. No se trata – al menos así lo creemos- de un gesto intencional, pero al mismo tiempo no podemos dejar de señalar que es una regla de buen gobierno que la asistencia financiera que el gobierno nacional vuelque en la provincia se la haga por intermedio del provincial; en cuyas manos debe quedar su distribución y asignación de prioridades en forma previa. Las que, al menos en el caso de nuestro gobernador, descontamos que las realizaría haciendo abstracción de toda connotación de carácter partidista.

Fuente: El Entre Ríos



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