Desde el Poder Ejecutivo y su entorno, se tuvo un claro panorama de la suba de la moneda en la jornada de viernes. Se la vincula a factores globales.
Fue otra jornada agitada para el dólar, que volvió a superar por momentos los $ 43 en el mercado minorista. Sin embargo, a diferencia de otras jornadas, esta vez, el impulso alcista provino del exterior, ante una mayor aversión al riesgo global, que derrumbó a la mayoría de las monedas emergentes frente la divisa estadounidense.
Esta es la lectura que hizo el Gobierno que, según supo ámbito.com, monitoreó de cerca la evolución del tipo de cambio desde el inicio de la jornada, con un ojo puesto en los mercados internacionales. El equipo económico descartó que el movimiento del peso tenga que ver con cuestiones locales.
Fuentes de Hacienda remarcaron el hecho de que este viernes se invirtió la curva de tasas en EEUU, algo que no ocurría desde 2007 y que se considera como un posible anticipo de una recesión, lo que llevó a que las principales monedas emergentes, como la lira turca y el real brasileño, se depreciaran hasta 5% frente al dólar. El peso argentino, por su parte, se devaluó menos al registrar una baja del 1,8%, destacaron.
Recordemos que esta semana la Fed dijo que no va a subir la tasa en lo que resta del año porque no hay recalentamiento de la economía. En otras palabras, ahora empieza a haber preocupación para el otro lado, para una posible recesión, analizan fuentes del equipo económico.
Para colmo de males, este viernes se conocieron números flojos de actividad económica en Europa, algo que llevó aún más preocupación de los inversores y, por ende, hubo una venta generalizada de activos.
En este tipo de circunstancias, en el Gobierno creen que no conviene ir contra la corriente, y no es bueno desacoplar al peso. “No tiene sentido gastar balas o credibilidad cuando no es una cuestión del peso sino una cuestión global”, explican.
Luego de cruzar la línea de los $ 43 en el circuito minorista, el ambiente fue mejorando con correr de las horas, y la divisa estadounidense cerró en $ 42,86. A la mañana había más preocupación por la salida de capitales de los mercados emergentes, admitieron en Hacienda. Por la tarde, sin embargo, retornó la tranquilidad, al predominar una mirada un poco más mesurada en los mercados.
En tanto que, tal como lo remarcó el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, esta semana, el nivel de cierre en torno a $ 41,80 en el mercado mayorista de cambios, es prácticamente el mismo nivel de septiembre.
Mirando más hacia adelante, en el Gobierno esperan que comience a llegar «una buena oferta de dólares» al mercado doméstico.
Desde abril comienzan las licitaciones de los dólares del Tesoro (de hasta u$s 60 millones diarios) para convertirlos a pesos, y así hacer frente a sus obligaciones. “Eso es una fuente de estabilidad para el mercado”,consideran en Hacienda. Además, se espera una cosecha gruesa muy importante y un superávit comercial “abultado” para el año, añaden.
Lo cierto es que más allá de esta coyuntura, el contexto global puede constituirse en un foco de tensión en el tiempo, lo que podría presionar a las monedas emergentes, entre ellas, el peso, sin soslayar además la amenazante incertidumbre electoral.
FUENTE: Ámbito.com