Ante San Lorenzo, por la final de la Liga Nacional de Básquet. El paranaense marcó 32 puntos en el sexto juego de la serie. El jueves, en Boedo, se definirá el campeón.
Los cordobeses se impusieron en el colmado estadio Ángel Sandrín con parciales de 25-20, 44-45, 69-66 y 96-78, en una arremetida final que llegó después de un incidente que se produjo en la platea local, desde donde le arrojaron una botella al padre del basquetbolista sanlorencista Gustavo «Penka» Aguirre, que se encontraba sentado en la primera fila.
En esos cuatro minutos finales fue vital la eficacia del escolta de Paraná Luciano González (fue el goleador del partido con 32 puntos), que a puro triple estiró la diferencia a casi 20 tantos (18), la más grande de esta serie final en la que cada equipo conservó su localía.
El conjunto conducido por el entrerriano Facundo Müller ganó los dos partidos anteriores disputados en Alta Córdoba por 75-66 (en tiempo suplementario) y 83-80, mientras que los dirigidos por Gonzalo García lo hicieron en Buenos Aires por dos apretados 71-69 y 78-74, para alcanzar una victoria más holgada en el tercero, por 96-80, el pasado sábado.
De esta manera, después de 19 años se volverá a jugar una definición de Liga en un séptimo partido, algo que se había registrado por último vez en la temporada 1999-2000, cuando Estudiantes de Olavarría se impuso al multicampeón Atenas de Córdoba.
Si el que se impone el próximo jueves desde las 21 es San Lorenzo, se convertirá en el primer equipo en la historia de la Liga Nacional en ganar cuatro ediciones consecutivas, mientras que si Instituto le impide coronarse tetracampeón al «Ciclón», entonces la «Gloria» se convertirá en un campeón inédito de esta competencia.
FUENTE: Télam