El argentino llegó en silla de ruedas, acompañado por su enfermero personal, que lo trasladó hasta el altar para que expresara unas palabras.
La sorpresa al final de la misa jubilar por los enfermos y el mundo sanitario fue la llegada del Papa Francisco a la Plaza de San Pedro. El Sumo Pontífice apareció en silla de ruedas, acompañado por su enfermero personal, que lo llevó hasta el altar.
Tras la bendición final del celebrante, el arzobispo Fisichella, el Papa Francisco dio un breve saludo: “¡Feliz domingo a todos, muchas gracias!”. En medio de la emoción de todos los presentes en la Plaza, los lectores transmitieron a continuación su mensaje de acción de gracias.
Francisco saluda “con afecto a todos los que han participado en esta celebración y agradece de corazón las oraciones elevadas a Dios por su salud, deseando que la peregrinación jubilar sea rica en frutos”, se leyó en la misa.