Según un informe de la UCA: Hay 67% de pobreza en Concordia y 50% en Paraná

El informe del Observatorio de Deuda Social de la UCA encontró una suba de 9% de la pobreza a nivel nacional.

El 67% de la población de Concordia es pobre, mientras que el 25,7% es indigente. En el Gran Paraná el nivel de pobreza alcanza el 50,5%, mientras que el nivel de indigencia es de 13,4%. A nivel nacional la pobreza es del 54,9% y la indigencia del 20,3%.

Los datos se desprenden de un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicados por el Indec.

Datos nacionales

El informe revela que la pobreza alcanzó al 54,9% de las personas en el primer trimestre de 2024, un aumento de 9,7% respecto al último trimestre de 2023, mostrando el impacto de la devaluación y el ajuste de shock implementados por el gobierno de Javier Milei. En la comparación interanual, respecto al primer trimestre de 2023, la suba fue de 16,2%.

En paralelo, la indigencia alcanzó al 20,3% de las personas en el primer trimestre de 2024, una suba de 5,7% respecto al cuarto trimestre de 2023 y de 11,4% respecto al primer trimestre de 2023. El aumento fue menor que en la pobreza debido a la suba real de los subsidios a los sectores vulnerables, como la AUH y la Tarjeta Alimentar.

En su último informe, realizado en el período abril-mayo, el Observatorio de la UCA se había acercado a la tasa de pobreza nacional medida por el INDEC (55,5%) pero sus cálculos respecto a la indigencia se ubicaron un tanto por debajo (18,5%).

Con los datos oficiales del Indec, y por aglomerado urbano, las estimaciones de la UCA ubican a la región de Gran Resistencia, Chaco, como la más pobre del país con una tasa del 79,5%. La indigencia alcanza al 38,6% de la población. Le sigue Formosa con un 72% de pobres y Santiago del Estero- La Banda con casi 30% de indigentes. Pero la mayoría de las regiones tienen niveles de pobreza por encima del 50% y del 15%, en el caso de la indigencia.

Trabajadores pobres

También, Agustín Salvia, director del ODSA, resaltó, teniendo en cuenta la concentración de población, las tasas de pobreza e indigencia del Conurbano Bonaerense, que son del 62% y 25%, respectivamente.

Además, el especialista destacó el hecho de que más del 44% de los trabajadores residen en hogares pobres. “Todo ello a pesar de la sustantiva mejora que registraron la Asignación Universal por Hijo y las transferencias por Tarjeta Alimentar durante los primeros tres meses del año”, dijo.

A su vez, señaló: “Las tasas de indigencia y de pobreza infantil habrían alcanzado niveles casi récord: 7 de cada 10 niños viven en un hogar pobre, mientras que 3 de cada 10 lo hacen en un hogar indigente, es decir, con ingresos que no cubren el valor de una Canasta Básica Alimentaria”.

Cabe recordar que en el cuarto trimestre de 2023 la pobreza era del 45,2% y la indigencia del 14,6 por ciento. “Casi la mitad del incremento interanual registrado en ambas tasas, con respecto a los primeros 3 meses de 2023 (con tasas de 38,7% y 8,9% respectivamente), tuvo lugar antes de finalizar el año”, subrayó Salvia.

Factores de incidencia

Las causas del agravamiento de la situación social a lo largo del año son variadas, pero desde el ODSA atribuyen el fenómeno principalmente a las diferentes devaluaciones y su impacto en los precios, sin que se hayan generado subas inmediatas y similares en los salarios.

El informe universitario encontró que hubo un antes y un después en diciembre de 2023, cuando se redujo fuertemente el consumo, se agravó la recesión y en consecuencia, cayó la demanda de bienes y servicios a los trabajadores autónomos, especialmente en el sector informal.

“Esto explica la caída en la pobreza de trabajadores asalariados formales y clases medias cuyas remuneraciones no lograron acompañar a la inflación (incluidos los jubilados y pensionados), al mismo tiempo que caían en la indigencia trabajadores informales pobres ante la falta de demanda de trabajo y mayor competencia de precios; o, incluso, jubilados con haberes mínimos sin otros ingresos”, consideró Salvia.

Qué se espera

En lo que respecta al segundo trimestre, en marzo y abril la pobreza y la indigencia tendieron al amesetamiento debido tanto a una caída significativa de la tasa de inflación como al aumento de las remuneraciones de trabajadores formales por sobre esta.

“A ello cabe sumar los incrementos en los haberes jubilatorios y en los programas sociales, los cuales, si bien no lograron alcanzar los niveles de 2023, lograron mejoras efectivas con respecto al primer trimestre. Se encuentra también el pago de aguinaldos de junio y acuerdos salariales formales o informales entre empleadores y trabajadores”, aseguró Salvia.

En este marco, según los pronósticos del ODSA, tanto la indigencia como la pobreza habrían caído durante el segundo trimestre del año, ubicándose en la zona del 17-18% y 49-50%, respectivamente.

Hacia delante, “dado que cabría esperar que inflación siga bajando y que las remuneraciones continúen lentamente ajustándose al alza, lo cual permitiría cierta reactivación del consumo; se puede suponer una cierta caída de ambos indicadores pero todavía muy lenta, sin cambio alguno en la matriz económico-ocupacional que genera los niveles estructurales de pobreza que registra la Argentina”, afirmó el director del observatorio, publicó Infobae.



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