Los delincuentes, ya habían ingresado a otro comercio cercano, antes de robar en la ferretería. “Cuando me di vuelta, sentí un click, como si le sacara la traba al revólver”, remarcó la mujer asaltada.
Delincuentes cometieron un asalto a mano armada en una ferretería de la zona sur de la ciudad de Gualeguaychú. Durante la tarde del jueves, dos hombres ingresaron a cara descubierta, se hicieron pasar por clientes y amenazaron a la mujer con un arma, para llevarse alrededor de 80 mil pesos.
El hecho delictivo, ocurrió en la ferretería ACZ ubicada en boulevard Jurado, entre calles Molinari y Gobernador Mansilla.
Cecilia Odriozola, quien fue asaltada en la tarde del jueves en la ferretería dijo que “después de un hecho así, quedás con miedo”. Al relatar lo ocurrido en su local comercial, contó: “me preguntaron por tarugos para colgar una tele, contaba plata él delante de mio para ver si le alcanzaba para pagar. Cuando me di vuelta, sentí un click, como si le sacara la traba al revolver. Me quedé helada”, remarcó.
Los delincuentes que ingresaron pasadas las 15 horas al local, estaban a cara descubierta, con gorras de visera. La vecina alertó que es probable que conocieran la zona. Se desplazaban en un gol blanco de tres puertas. “Me hablaba bajito, me dijo que me quede tranquila y que le diera todo lo que tenía”, contó Cecilia y agregó que “llamé a mi pareja y le dije que me habían asaltado. No atiné a salir corriendo y ver. Se habían subido a un auto blanco según las cámaras de los vecinos, pero no los conocían”, contó.
Los malvivientes ya habían ingresado a otro comercio antes de asaltar en la ferretería y fueron captados por las cámaras de seguridad del lugar. “Fueron primero a la despensa, uno entró y otro se quedó en la puerta. La cámara de ella los enfocó de frente y por ahí no pudieron robar. Quizás ella se dio cuenta, los vio raro”, contó la víctima a Radio Máxima.
“Les di lo que tenía en la caja. Me decían, dame todo y se llevaron lo que había, en la esquina se les cayeron quinientos pesos. El auto estaba, de la esquina, a cien metros”, agregó.
La mujer asegura que los vecinos los vieron caminando cuando volvían de la despensa, aunque no los reconocen como habituales en la zona. “La policía vino enseguida, pero uno queda con miedo”, dijo.