El diputado provincial, ex ministro de Producción de Entre Ríos y ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, se refirió al Pacto de Mayo que firmó el Presidente con los gobernadores en Tucumán. También criticó la política de vivienda de Gualeguaychú tras la derogación de una sobretasa inmobiliaria.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Bahillo sostuvo que el Pacto de Mayo que se firmó en Tucumán sirve “depende para qué” y opinó: “Para mí no va a dar resultado sobre la base de las expectativas que ha fijado el gobierno nacional, pero Milei fue legítimamente elegido por la gente y plantea que necesitaba dos cosas para llevar adelante su plan, para darle salida a este país y solución a los problemas que todavía nos aquejan y que en los últimos siete meses se han profundizado, que era la Ley Bases y el Pacto que se firmó el 9 de julio. Ahora no tiene atenuantes, ahora la política –aun cuando la ha maltratado- en un clima de época de crueldad y violencia verbal, le ha dado las herramientas que él reclama. Para mí no van a dar las respuestas esperadas porque el modelo que Milei plantea no es de crecimiento, no es de desarrollo, no es de inclusión social, ni de corregir las asimetrías y las asimetrías de la sociedad para igualar, sino que todo lo contrario profundiza esas diferencias, hace más fuertes a los sectores más concentrados y ricos, y no genera inclusión laboral, ni el desarrollo del interior, de las economías regionales, de las pequeñas y medianas industrias; no hay un plan de desarrollo productivo con inclusión laboral”.
“Tengo mis serias dudas, pero ojalá me equivoque y a través de estas dos herramientas el Presidente logre lo que buscaba, ahora no tiene excusas ni atenuantes, ahora tiene que ir por ese objetivo y dar las respuestas que tiene que dar”, resumió.
En este contexto, analizó que “hay una falta de idoneidad y una inoperancia en la gestión pública que es lamentable y riesgosa porque en mano de los funcionarios nacionales está el destino de los argentinos; y hoy se ve un desconocimiento total de cómo funciona la administración pública. Había cosas donde hacer correcciones, cosas que mejorar y tomar decisiones, pero no todo estaba destruido y el conocimiento de la función pública y del recurso humano que trabaja es muy importante para llevar adelante la gestión”.
“Cuando no hay Estado, en los sectores más vulnerables, los sectores más pobres, quedan las organizaciones sociales y las iglesias que no pueden hacerse cargo de lo que le corresponde al Estado y entonces se ven desbordados, y lo que queda después de eso es el narcotráfico. Por eso hay que tener cuidado cuando se habla del desguace del Estado y de la cosa pública como un disvalor para la construcción de una sociedad. Realmente me preocupa que el Presidente diga que es el topo que se infiltró en el Estado para destruir al Estado”, advirtió Bahillo.
En tal sentido, apuntó que “la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca está desguazada, no tiene una sola política, eliminaron todos los programas y hasta le sacaron el servicio administrativo contable y el departamento jurídico con lo cual no tiene manejo presupuestario –depende de la Secretaría de Industria- y no puede reasignar recursos, modificar el Presupuesto, no puede priorizar el gasto, no puede hacer una administración eficiente de esa Secretaría”.
Como ejemplos, criticó que “hoy por el fenómeno climático del frío hay innumerables problemas en economías regionales que han visto resentida su producción, en el sur está en serio riesgo la supervivencia del ganado, y no hay una política del Estado, no hay una asistencia ni acompañamiento a los productores”.
“Uno ve ese carácter fundacional que tienen los distintos gobiernos, que rompen todo con un fuerte prejuicio de que el que estaba antes hacía todo mal y que ellos vienen a hacer todo bien, pero resulta que no estaba todo mal hecho y que por algo la gente votó a los gobiernos anteriores, y desarman todo sin propuestas alternativas superadoras”, planteó.
La situación de Gualeguaychú
En otro orden de cosas, sobre la situación social de Gualeguaychú dijo que le “llamó la atención el número de comedores irregulares que reveló (el intendente, Mauricio) Davico; no creo que sea así, pero Davico debe tener los números para demostrarlo”, pero aclaró que “preocupa más lo que sucedió ayer en el Concejo Deliberante donde se derogó una sobretasa inmobiliaria”.
En tal sentido, explicitó que “cuando asumí la Intendencia veníamos de la gestión de Daniel Irigoyen que fue un buen intendente con una mejor política de construcción de viviendas, con la problemática de que no dejó un metro cuadrado de tierra de dominio público para construir más viviendas, con lo cual los tres primeros años de mi gestión hicimos viviendas bajo convenio con entidades intermedias –sindicatos de trabajadores de estaciones de servicio, del Jockey Club, de Prefectura, policía, docentes, de ATE- que compraban el terreno y el municipio gestionaba la vivienda. Y en 2010 se generó una sobretasa para inmuebles de más de 4.000 metros cuadrados en situación improductiva u ociosa en la zona urbana, que están fuertemente concentrados en cinco familias de la ciudad, que no construyen y que obstaculizan el desarrollo urbanístico de la ciudad. Y esa sobretasa iría a constituir el fondo de desarrollo habitacional, conocido como Banco de Tierras”.
En ese marco, sostuvo que “lo que se derogó beneficia a cinco o siete familias de Gualeguaychú y perjudica a 5.000 familias de Gualeguaychú; lamentablemente a partir de lo que sancionó ayer el Concejo Deliberante es una ciudad más desigual, más injusta; porque ante cualquier programa o plan de vivienda, el municipio tiene la obligación de comprar la tierra y luego gestionar la construcción de las viviendas; y yo dudo que hoy tenga capacidad para comprar tierras más allá de prestar los servicios y de realizar algunas obras”. “Me preocupa que hayan quitado este financiamiento para beneficiar a unos muy pocos en detrimento de miles de familias de Gualeguaychú”, resumió.
Mencionó además que “en 2014 compramos la chacra de Churruarín, al norte de la ciudad, donde se desarrollaron 100 terrenos para vivienda, luego la chacra de Arrieta donde se desarrollaron 75 terrenos y posteriormente Martin Piaggio en 2017 la completó llegando a 200 viviendas; en 2018 la chacra de Marconi donde se hicieron 125 viviendas. Y todo eso fue financiado cobrándole a muy pocas familias que tienen mucho y que tienen capacidad de pago para permitir el acceso a viviendas a otras familias”.
“Esto lamentablemente no se habló y me hubiera gustado que Palito (Davico) hubiera hecho una consulta, la responsabilidad es de él y hay que respetarlo, pero no lo hablamos y me cuesta mucho criticar a un intendente, pero acá no perdió ni el intendente ni yo que sancioné la primera ordenanza, la que pierde es la ciudad que hoy es más injusta en términos de acceso a la vivienda”, concluyó.