La Casa de la Mujer de Gualeguaychú tuvo que poner seguridad nocturna

“Alas Desatadas” brinda asistencia y contención a mujeres víctimas de violencia de género. Desde el lugar indicaron que los violentos “se toman hasta la atribución de venir a la Casa de la Mujer a golpearnos puertas y ventanas».

La responsable del área de Género, Diversidad y Protección a personas vulnerables de la Municipalidad de Gualeguaychú, Claudia Fiorotto, quien junto a otros profesionales está al frente de Casa de la Mujer “Alas Desatadas”, señaló que en reiteradas oportunidades los violentos siguen buscando a sus víctimas “y se toman hasta la atribución de venir a la Casa de la Mujer a golpearnos puertas y ventanas».

«Tuvimos que poner seguridad nocturna, tenemos un convenio con la Policía por el cual nos ponen custodia permanente porque, sinceramente, hubo un momento que era insostenible la situación. El señor tiene la restricción y sigue buscando la forma de violentar a la mujer. A mí me parece que la falla está ahí. Las medidas las tiene que soportar la mujer violentada y al varón violento muy pocas veces y eso que Gualeguaychú es pionera en condenas hacia los violentos. Pero las condenas son 10 días, 15 días y después el señor sale y sigue haciendo lo mismo”, manifestó Fiorotto, quien brindó un panorama de la alarmante situación que se vive en la ciudad respecto a la violencia de género.

La funcionaria sostuvo que la realidad “no ha variado nada. Estamos igual y diría que hasta peor, porque muchas veces hay situaciones sociales que acrecientan la violencia en la sociedad. Hoy tenemos una sociedad violenta en todos sus aspectos y sobre todo, en lo familiar. Cuando hay una mujer violentada es la familia la que sufre y en un 90 por ciento de los casos, detrás de esa mujer también hay criaturas. Lo que se está viviendo en esta época es tremendo”.

Cómo funciona Alas Desatadas

«Acá se le da todo lo que requiera, sea ropa de cama, elementos de higiene personal o general. Cada mujer se tiene que hacer cargo de la higiene de su espacio, coordinar entre ellas, – cuando son varias – el tema de la higiene del lugar. Se cocinan ellas, si bien nosotras, con la coordinadora de cocina le preparamos un menú diario, pero se tienen que rotar y organizarse. La Casa le da cuatro comidas a ellas y a sus hijos, balanceadas, en cuanto a que deben consumir verduras».

Hay una abogada, una psicóloga. «Yo soy la directora, la coordinadora general es María Sol Nievas, y Pilar Lemiña es nuestra administrativa. Este es el equipo de conducción y quién evalúa los ingresos», dijo.

En tanto, aclaró que dos operadoras por turno están pendientes de las necesidades de las mujeres. “No cuidan niños, no está dentro de la función del operador hacerse cargo de las criaturas. Nosotras trabajamos con las adultas apostando a que trate de salir de ese círculo de violencia. De las criaturas se ocupa la mamá. O en su efecto, si no está capacitada, enseguida se coordina primero con ANAF, el Área de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad. Y si ANAF considera que debe dar intervención mayor, se coordina con COPNAF”.

La casa “Alas Desatadas”, de cuidados integrales para mujeres, niños y niñas en contexto de violencias por razones de género, brinda albergue y cuidados integrales para mujeres en contextos de violencia por razones de género, como así también a los hijos.

La construcción fue realizada con fondos municipales y estuvo a cargo de la cooperativa Mate Amargo Ltda., como así también todo su equipamiento. Con una superficie total de 260 mt2 cuenta con un salón de usos múltiples, cocina, lavadero, tres ambientes con habitaciones, espacio de trabajo para el equipo interdisciplinario y tres baños, uno de ellos acondicionado para personas con movilidad reducida.

Alas Desatadas se constituye en un dispositivo transitorio de alojamiento y atención para la mujer, los niños y adolescentes a cargo en situación de violencia, con el fin de restituir los derechos y fortalecer la autonomía. Asimismo, dicha medida se considera de excepción, según la Ley 26485, que en su Art. 10 Inc. 6 garantiza “instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres que padecen violencia en los casos en que la permanencia en su domicilio o residencia implique una amenaza inminente a su integridad física, psicológica o sexual”.



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