La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) publicó un informe revelador sobre la situación de los tambos en la provincia durante la última campaña de vacunación contra la aftosa. Según el estudio, se identificaron 624 establecimientos ganaderos que funcionan como tambos, marcando una reducción de 49 respecto al año anterior y de 247 desde 2015 hasta la fecha.
En el departamento La Paz, específicamente, se registró una disminución de tres tambos, según registró La Sexta.
«Estos datos concretos marcan que -al igual que en otros puntos de la Argentina – la provincia de Entre Ríos no logra detener la sangría de tambos, con el agravante que no aparecen en el horizonte políticas claras en esta cadena agroalimentaria que es de las más importantes de nuestro país», expresaron en un comunicado enviado a La Sexta.
“Dicha cadena abastece el consumo interno desde hace más de 20 años y desde aquel momento no tiene medidas estratégicas desde el Estado, por lo tanto, se ha transformado en una cadena agroalimentaria coyuntural y sin planificación”, señala el Ingeniero Agronomo Norberto Ferrari, productor tambero y referente de la Mesa de lechería de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En esa línea, desde Farer se subrayó que uno de los datos menos alentadores de este relevamiento para la producción, tiene que ver con la evolución de animales productivos que cayó en el orden del 18% con respecto a los últimos datos, ya que se pasó de 84.187 vacas en producción en toda la provincia a 69.405 vacas. Dando como resultado una pérdida de 14.782 vacas y los referidos 49 tambos en toda la provincia.
“En las anteriores crisis se venían perdiendo tambos, pero los animales se sostenían en los establecimientos que sobrevivían. En esta oportunidad, salieron del sistema productivo tambos y vacas en producción en un porcentaje mucho mayor. Otro dato que restó en esta ecuación, es la categoría vaquillona que cayó un 11%, dato menor al de las vacas en producción (- 18%), pero que no garantiza un crecimiento para los próximos años”, aseguró.
Los departamentos más afectados
En el análisis de cada departamento, Gualeguaychú y Paraná están a la cabeza de los que más productores perdieron. Puntualmente lidera este ranking negativo Gualeguaychú (-12) y lo siguen Paraná (-11); Nogoyá (-9); Tala (-7); Diamante y La Paz (-3); Victoria (-2) y Uruguay y Villaguay (-1).
“Estos números reflejan una necesidad de cambio en la mirada de la cadena. Lo primero que tiene que ver la nueva gestión es el potencial de la misma, ya que se ha demostrado que en buenos momentos productivos se llegó a producir el 50% más que el consumo interno y esto es una entrada de divisas para nuestro país, por lo tanto, el crecimiento de la misma es entrada directa de dólares a la caja nacional”, sostuvo Ferrari.
Finalmente, afirmó que eliminar las retenciones a las exportaciones lácteas, implementar buenas prácticas comerciales, fortalecer el perfil exportador y establecer políticas crediticias para incrementar la producción primaria son fundamentales para cambiar la dirección de la cadena láctea. Según él, esto permitiría pasar de una lechería defensiva, donde los tambos apenas sobreviven, a una lechería en expansión que contribuya significativamente a la entrada de divisas en el país.