María Florencia Prieto sostuvo que la salud era vista “como un gasto y no una inversión” y que por eso “molestaba” que el área tuviera tanto personal . Además, lanzó fuertes cuestionamientos al ingeniero agrónomo Sebastián Aristide: “Las personas que trabajan en salud en el municipio eran consideradas como un número, en una planilla Excel, donde desde un escritorio se tomaba la decisión de a quién renovar o no su contrato de trabajo”, denunció. “Nadie es imprescindible”, le respondió el intendente.ç
A través de una carta abierta a la comunidad de Concordia, publicada por el sitio Diario Río Uruguay, Prieto dijo que no tenía intenciones de exponer los motivos de su dimisión pero que lo hizo ante las “mentiras” lanzadas por Aristide.
“Me sorprende una vez más el cinismo y la hipocresía con la que se manejan algunos hombres, como el Secretario de Desarrollo Humano”, expresó. Se refería a las declaraciones del funcionario en las que dijo que la decisión de no abrir los centros de salud municipales y de no renovar ciertos cargos de profesionales “fue enteramente tomada por mi sin consultarlo con él”.
“Este señor que ahora se rasga las vestiduras porque la nota firmada por mi y públicamente difundida de no abrir los centros de salud los sábados, es el mismo que en el mes de enero me pedía cerrar la mitad de ellos, es decir, cerrar 8-9 centros de salud municipales de los 19 que hay”, señaló.
Al respecto, consignó que evitó que se avanzara con esta determinación gracias al apoyo del Ministerio de Salud de la provincia ya que era una medida que iba en sentido contrario al proyecto provincial
“El haberme opuesto a su intención me costó que me pidiera la renuncia, y continué solamente porque el Intendente (Francisco Azcué) y el jefe de gabinete (Eduardo Caminal) me lo pidieron, junto a todo mi equipo”, confesó.
En otro tramo de la misiva pública, resaltó: “A diferencia de muchos de los que actualmente componen el gobierno en curso, tengo experiencia en salud pública, no vengo del ámbito privado”.
Valoración
“Desde el día 1 de nuestra gestión a este señor (Aristide) le molestaba que salud tuviera tantos empleados, tantos profesionales y siempre fue visto como un gasto, no como un derecho y una inversión. Las personas que trabajan en salud en el municipio eran consideradas como un número, en una planilla Excel, donde desde un escritorio se tomaba la decisión de a quién renovar o no su contrato de trabajo”, agregó la ex funcionaria.
Luego, contrastó: “A diferencia de él, tengo el título que me avala(ba) estar en el lugar que estoy (estaba). No fui a la Facultad de Ingeniería Agrónoma para luego hacer salud pública desde un escritorio. No señores. La medicina es una carrera, pero sobre todo es una vocación”, remarcó.
“Lamentablemente, existen seres humanos masculinos de poca hombría que mienten en la cara cuando una mujer los enfrenta”, lanzó Prieto, que volverá a su cargo en el Hospital Felipe Heras.
Decisiones
Antes de dar su discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante, Azcué se refirió a la determinación de su funcionaria. “Es normal que en las gestiones haya funcionarios que decidan renunciar. Hoy ha renunciado la subsecretaria de Salud, una excelente profesional, una persona excelente. Hemos tenido el honor de contar con Florencia Prieto, a quien agradecemos su participación y ha estado en un momento muy difícil», expresó.
Sin embargo, luego puso el caso en perspectiva: “En todas las instituciones ocurre que hay personas que deciden renunciar porque entienden que tenían un proyecto o una forma de trabajar que no puede adecuarse o no va de la mano con lo que la gestión quiere o con ciertos métodos o cierta planificación o con los tiempos. Aceptamos las opiniones, respetamos las posiciones de cada funcionario y seguimos para adelante. Nadie es imprescindible”, afirmó.
