En los alegatos en el Tribunal Oral Federal de Paraná, el fiscal reclamó la pena para el organizador de la banda y para nueve integrantes más. Este miércoles será el turno de las defensas.
Droga y violencia fue un combo que convirtió a los barrios Paraná XVI y Paraná XIII en un territorio imposible para vivir, entre 2016 y 2017. Si bien apuntaron como responsables de esta situación a varios narcotraficantes, algunos más grandes que otros, uno de los grupos que fueron sindicados como comerciantes de cocaína y protagonistas de balaceras fue el liderado por Lisandro Giménez, apodado Pokemon.
Tras una investigación de la Dirección Toxicología con el Juzgado Federal de Paraná, se detuvo, procesó y llevó a juicio a 11 personas. Las mismas fueron juzgadas a lo largo de varias y extensas audiencias, en el Tribunal Oral Federal de Paraná, hasta que ayer comenzaron los alegatos.
El fiscal general José Ignacio Candioti acusó a 10 de los 11 imputados que llegaron a debate, y la pena mayor que solicitó fue para Giménez por ser el jefe de la presunta organización: siete años de prisión efectiva, por comercio de estupefacientes agravado por la intervención de muchas personas. Consideró que se demostró la existencia de una banda la cual tenía un claro liderazgo de Giménez según declararon los policías y se constató en las escuchas telefónicas.
Como los principales cómplices, el fiscal señaló a Roberto Balcaza (alias «Flaco Ananá»), a Kevin Zarate, Kevin Garay y Jose LuisPadilla, para quienes pidió seis años de prisión por ser coautores del mismo delito. Refirió que en el debate se demostró que el primero era el guardador de la droga; los dos Kevin cumplían un rol esencial en el entramado delictivo tanto para la venta de la droga a los clientes como en la coordinación para la distribución de la sustancia, el el último, alias «Checo», era quien coordinaba la venta en su casa, frente a la de Giménez.
En un segundo grado de responsabilidades, como partícipe secundario de comercio de agravado de drogas, Candioti acusó a la pareja de Pokemon, Patricia González, a Sebastián Escobedo Sánchez (alias «Cacalo») y a Guillermo Maidana, para quienes solicitó cinco años de prisión.
En tanto, a Julio Roggero lo imputó por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (sin el mencionado agravante) y pidió que cumpla la pena de cuatro años de cárcel.
Quien también logró mejorar su situación fue Paola Padilla, ya que había llegado acusada como coautora del delito más grave, y fue señalada como responsable de partícipe secundaria de comercio simple de estupefacientes, por lo que recibió un pedido de tres años de prisión condicional. Su madre había sido imputada durante la instrucción de la causa, pero resultó sobreseída por la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.
La única que no fue acusada por el fiscal general fue Gabriela González, por lo que ya resultó absuelta, al no encontrarse elementos que la comprometan con certeza en la actividad delictiva.
Este miércoles y jueves serán los alegatos de los defensores Miguel Cullen, Guillermo Vartorelli, Pedro Fontanetto D’Ángelo, José Velázquez, Cristian Panceri y la oficial Noelia Quiroga.
FUENTE: Diario Uno