El presidente del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos, Diego Lara, habló de la importancia que tienen los organismos de control para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
Los organismos de control público son testigos y actores claves en los procesos de transformación que acompañan los cambios en sus propias normativas y la incorporación de nuevas tecnologías. Sin embargo, el rol que desempeñan en sociedad permanece intacto. De estos temas y otros conversamos junto al presidente del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos, Diego Lara, en el marco del ciclo de entrevistas que llevamos adelante por los 100 años de fundación del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Córdoba.
“Un control eficiente garantiza cuentas claras y sienta las bases para un crecimiento sostenido y organizado, que se verá reflejado en obras y acciones que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”, comenzó Lara respecto de las tareas que desempeñan los organismos de control. Ahí radica, según su entender, la importancia de la mirada del control público, cuyo enfoque debe estar orientado a contribuir en la toma de mejores decisiones por parte de quienes gestionan y administran el Estado.
Ese rol, específico para los organismos de control público, presenta desafíos para la sociedad. Para Lara, en la actualidad, el principal reto es estar a la altura de las demandas de la sociedad para garantizar la transparencia en el manejo de los fondos públicos. “Debemos mejorar los procesos, hacerlos más transparentes, más ágiles, que lleguen en tiempo oportuno, y para esto, debemos continuar incorporando tecnología que nos permita simplificar el funcionamiento de los organismos de control”, afirmó al respecto.
De hecho, las nuevas tecnologías y su aplicación juegan un papel fundamental. “Impactan de manera muy positiva, claro. Nos ayudan a optimizar y agilizar procesos y acompañan los procesos de crecimiento de nuestras instituciones. Nos permiten desburocratizar, despapelizar e incorporar nuevas técnicas de control para facilitar la rendición y el control de los fondos públicos”, opinó sin dejar de mencionar que, en un futuro no muy lejano, las tareas de control podrán ofrecerles a los cuentadantes la posibilidad de realizar rendiciones de cuentas 100% digitales y online.
Curiosamente, Entre Ríos y Córdoba tienen algo en común. Ambos se encuentran festejando aniversarios. El primero cumplió 50 años en 2022 y el segundo llegará a su centenario este año. Ambas son oportunidades para reflexionar sobre lo conseguido y lo que queda por alcanzar. “Desde reformas estructurales del andamiaje normativo en materia renditiva; la modernización de la infraestructura edilicia del Tribunal; la inversión en tecnología; la apertura del Organismo vinculándose con Órganos de Control y otros Tribunales de Cuentas para instrumentar diferentes políticas en conjunto; y la redefinición de trasparentar las acciones del Tribunal difundiendo sus actividades; entre otras”, numeró Lara.
Una de las políticas que destaca Lara, en materia de vinculación con estamentos y organismos, es el vínculo que generó el organismo de control con distintas universidades. En concreto, crearon un sistema de pasantías educativas rentadas que comenzaron a implementar con el objetivo de “enriquecer la tarea diaria y brindar la oportunidad a las y los jóvenes entrerrianos de poder trabajar en el organismo de control más importante de la provincia”. Mencionó también la permanente capacitación de los y las agentes y la incorporación de la firma digital y el expediente electrónico.
En términos generales, el balance que realiza Lara de su gestión es altamente positivo. “Hemos podido avanzar en un camino de transformación que nos permitió comenzar a aggiornar el organismo a los tiempos que corren; y gracias al gran acompañamiento, apoyo y compromiso diario de todo el personal del Tribunal, pudimos materializar diferentes acciones y mejoras”, explicó. “Seguiremos trabajando como lo venimos haciendo, profundizando el control y poniéndolo al servicio de las políticas públicas; comprometidos, día a día, como hace 50 años, con la construcción de un modelo de provincia en la que los intereses individuales cedan paso a los intereses colectivos de la sociedad”, finalizó.