Ballet, danza y folclore son tres palabras que se reiteran siempre en el mes de febrero en la ciudad de Cerrito. En ese sentido, recorrimos las actividades del 136º de la ciudad, en lugar conocimos más de acerca de este evento cultural tradicional de Entre Ríos que ya cumplió 35 ediciones de presentación.
Desde 1986 hasta la fecha, hubo 35 ediciones del fogón entrerriano, uno de los eventos que convoca a jóvenes y adultos en el mes de febrero en Cerrito a formar parte de un evento cultural repleto de ballet, danza y folclore.
Bajo un clima de gran expectativa, este año se realizó nuevamente en el Polideportivo municipal de Cerrito. En este caso, el micro “Espejo de mi tierra” viajó hasta el lugar donde se realiza año tras año y habló con Inés Zaragoza, una de sus principales activistas.
En primer lugar, hizo un poco de historia acerca de cómo surgió en la ciudad: “El fogón es una idea que nació hace muchos años. Es la posibilidad de acrecentar conocimientos a aquellos que no pueden viajar a las grandes ciudades”. Además, comentó cuál es la apuesta que hay desde Cerrito: “Traemos grandes figuras como los directores de Ballet Salta, del ballet nacional, de muchísimos profesionales de la danza, del malambo, del tango, del bombo, la comedia musical”.
Por otro lado, señaló cuál es el público más interiorizado en ir a esta fiesta: “Todo lo que sea del arte ha venido a este lugar y los jóvenes vienen porque les queda más cerca, es más cómodo, pueden venir en carpa. Todo eso en el Polideportivo, siempre apoyado por las diferentes autoridades que hemos tenido desde 1986 a la fecha”.
En cuanto a la fecha de realización del fogón, la señora comunicó: “Siempre es en febrero. Antes era a fines de febrero, pero a medida que se fueron adelantando las clases para alumnos de primaria y secundaria, lo corrimos para la primera o segunda semana”.
Por último, indicó que la llevó a hacer posible el sueño de mantener el fogón entrerriano a lo largo del tiempo: “Cerrito es el lugar donde nací. Acá me formé en música y en danza. Mi vida transcurrió en eso. Como era difícil en aquellos momentos que a uno le permitieran estudiar a Santa Fe, Rosario, Buenos Aires, cuando terminé mis estudios pensé en la juventud, que ama lo que hace, pero no puede crecer. Me jubilé en 1999 como supervisora de escuela y me aboqué al folclore, a la música y a la danza. Estoy incorporada al Instituto de Arte Folclorico. Soy directora zonal y atiendo parte de Misiones, Corrientes, Entre Ríos y República Oriental del Uruguay”.
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