Los rindes obtenidos hasta el momento en gran parte de las zonas están por debajo de lo esperado por lo que, de continuar esta tendencia, se recortaría la actual estimación de cosecha. Las precipitaciones llegaron muy tarde para el cultivo.
Llovió pero muy tarde, tanto para el maíz como para la soja de la zona núcleo, la más afectada por la sequía. Según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, durante la última semana avanzó la cosecha de la oleaginosa pero con muy bajos rindes que podrían llevar a la producción total por debajo de las 25 millones de toneladas que había planteado la entidad. Este volumen de cosecha podría ajustarse a la baja en muy breve tiempo, e incluso en el sector ya adelantan que faltarán unas 20 millones de toneladas producto de la escasez de precipitaciones y por eso la industria de la molienda deberá importar unas 10 millones de toneladas para cumplir con las demandas de los clientes del exterior.
«Lluvias registradas durante los últimos siete días ponen un freno al deterioro de siembras tardías y demoran el avance de las cosechadoras en cuadros de soja de primera sobre el centro del área agrícola. Mantenemos nuestra estimación de producción de millones de toneladas, una caída del 44,4% con respecto al promedio de las ultimas 5 campañas», señala la Bolsa de Cereales. Al mismo tiempo la entidad advierte que los rindes obtenidos hasta el momento en gran parte de las zonas están por debajo de lo esperado por lo que de continuar esta tendencia se recortaría la actual estimación en el corto plazo.
Ante este escenario desde la industria de la molienda de soja advierten que se deberán importar unas 10 millones de toneladas del grano para cumplir con la demanda de aceite y harina de soja de los compradores del exterior. Según las proyecciones del sector, serán unas 8 millones de toneladas provenientes de Paraguay y 2 millones de Brasil.
Mientras tanto, en lo que respecta al maíz, también producto de la sequía la tendencia en la producción se mantiene a la baja.
Según la Bolsa de Cereales, a la fecha el avance nacional de la cosecha se ubica en 7 % del área apta, marcando un rinde medio nacional de 37,6 quintales por hectárea. En paralelo, la expectativa de rendimiento de los lotes tardíos desciende producto del estrés termo-hídrico de marzo. Frente a este panorama, la entidad mantiene su estimación de campaña en 36 millones de toneladas, este volumen representa en números absolutos, 16 millones de toneladas menos que las recolectadas la campaña anterior.
Los datos que mira el mercado y quizás también el Gobierno y por eso el lanzamiento en breve de un nuevo «Dólar soja» es que a poco de comenzar oficialmente la campaña comercial del grano 2022/23, el sector productor tiene comprometido el menor volumen de soja desde la campaña 2001/02. Se llevan vendidas 4,8 millones de toneladas, algo menos de la mitad de lo comercializado en la campaña pasada a la misma fecha. En términos de porcentaje de la producción esperada, la comercialización alcanza el 18%, cuando el año pasado totalizaba un 24%, y representa la menor proporción desde la campaña 2016/17.
«Además del poco volumen comprometido, el grueso de los negocios se realizó con precios a fijar. En total, 3,6 de los 4,8 millones de toneladas anotadas se realizaron en modalidades de negocios sin precio fijo, representando un inédito 76% del total, máximo en los registros. Es decir, de la nueva cosecha, que comenzará formalmente en apenas 10 días, sólo tiene precio puesto 1,2 millones de toneladas», detallan desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Fuente: Ámbito Financiero
