Hacia 1961 se licitaba una obra municipal para el enripiado de 30 cuadras de Santa Elena, comenzando por calle Supremo Entrerriano. La elección no fue casual, ya que para entonces era intensa la actividad peatonal y vial, unida a un variado intercambio comercial en las inmediaciones.
Ese mismo año, se inaugura una nueva red de luminarias en todo el trayecto, con lámparas de vapor de mercurio, toda una innovación para la época, en el marco de los mejoramientos a los procesos de fabricación y durabilidad de las mismas.
La calle, hoy reconvertida en Semipeatonal, es el resultado de una evolución histórica, urbana y comercial, siendo una de las arterias que contribuyen a la dinámica económica de la comunidad y que a su vez, pueden disfrutar locales y turistas.