De las 12.000 hectáreas plantadas con nuez pecán en la Argentina, el 70 por ciento se encuentran en la provincia. Además, dos de las principales plantas peladoras del país se encuentran en territorio provincial.
Entre Ríos cuenta desde el año 2007 con un vivero regional, de referencia nacional, ubicado en La Criolla, donde se producen plantas injertadas de distintas variedades genéticas.
Según su destino, hay cultivares para clima templado húmedo para el noreste argentino; y para clima árido, en el caso del noroeste.
Para el director general de Agricultura, Carlos Toledo, el pecán es un cultivo en franco crecimiento. Anualmente la actividad crece a razón de 700 a 800 nuevas hectáreas, de las cuales el 40 por ciento corresponden al Litoral, según datos del Cluster del Pecán, una asociación civil sin fines de lucro que nuclea a actores de la cadena en la región que incluye a Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y Misiones.
El funcionario sumó que trabajan en normativas respecto al registro de principios activos, aumentando el abanico de productos registrados y habilitados por Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria para el uso en este tipo de producciones. A tal efecto impulsan gestiones ante la Dirección de Agroquímicos y Biológicos del organismo nacional para destrabar esta situación. Aportó que dentro de las normativas se deben revisar algunos puntos como límites cuantitativos de rancidez, determinación del porcentaje de contenido comestible, definición de defectos internos, acondicionamiento y empaque fuera de la zona de producción, revisando asimismo el límite de porcentaje de humedad.
Toledo informó además que la Secretaría de Agroindustria de la Nación apoya a esta cadena de valor mediante asistencia técnica y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la elaboración del Plan de Mejora Competitiva entre 2012 y 2015; acompañamiento técnico y articulación con diversas áreas del gobierno para gestión de políticas para el sector pecanero; y gestión de financiamiento para nuevos proyectos.
Asimismo, el INTA aporta a dicho cultivo a través de pruebas de efectividad y análisis de residuos de agroquímicos e inscripción de agroquímicos para el cultivo; conservación de producto a distintos parámetros postcosecha; desarrollo de laboratorio para evaluación de la calidad comercial de la nuez; análisis de calidad comercial; generación de documentos tales como Manual de manejo y Guía de Buenas Prácticas Agrícolas; y el desarrollo de un prototipo de recolector que fue mejorado por el Cluster.
El director de Agricultura valoró el aporte de las universidades entrerrianas, “tanto la Facultad de Bromatología, como la de Ciencias de Alimentación de la Universidad Nacional de Entre Ríos, han colaborado con el desarrollo del pecán en nuestro territorio: la primera mediante análisis de las características físicas y químicas del pecan; ampliación de la caracterización del Código Alimentario Argentino; desarrollo de productos con base a pecán descascarada; y generación de documentos como la Guía de Buenas Prácticas de Manufactura. La segunda, mediante análisis físico químico de suelo, agua y foliar”.