El último informe sobre condiciones de vida del Indec demostró que los niveles de conexión en los hogares argentinos a los servicios más básicos se encuentran estancados desde la llegada de Macri a la Casa Rosada.
El aumento de los niveles de desempleo y de la pobreza e indigencia obligaron al gobierno de Mauricio Macri a realizar una insólita peripecia discursiva para sostener, contra todas las evidencias, que «estamos mejor que en 2015».
Así fue como el macrismo salió al unísono a instalar un nuevo relato según el cual la de ahora sería una «pobreza digna». En ese sentido, el presidente Macri intentó minimizar el impacto negativo del aumento de la pobreza al indicar que su gobierno construyó cloacas para 1,5 millón de personas que «convivían con la mierda».
Más allá de la triste mutación de la promesa de «Pobreza 0» en «Pobreza digna», el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló este miércoles que ni siquiera eso es verdad.
El nuevo informe que recoge los Indicadores de condiciones de vida de los hogares en 31 conglomerados urbanos con datos del segundo semestre de 2018 demostró que los niveles de conexión a cloacas, a la red de agua corriente y al gas de red están estancados desde la llegada de Macri a la Casa Rosada.
En ese sentido, el Instituto de Estadística informó que en el segundo semestre de 2016 el 70,1% de los hogares de la Argentina tenía acceso a la red cloacal mientras que en el mismo período de 2018 dicho nivel bajó levemente al 70%. En el mismo sentido, el 71,4% de los hogares tenían conexión de gas de red y el último relevamiento demostró que ahora accede a ese servicio el 70,8%.
En cuanto al agua procedente de red pública, el 89,4% de los hogares tenían acceso a ella mientras que a fines de 2018 subió levemente y llegó al 90%.
Estas estadísticas demuestran un claro estancamiento en los niveles de acceso a los servicios más básicos.
A la hora de revisar estos mismos indicadores en cuanto a porcentaje de argentinos con acceso a estos servicios los resultados son similares a los registrados en los hogares.
En el segundo semestre del año pasado accedían a la red cloacal el 66,6% de los argentinos, el 65,9% accedía a gas de red mientras que el 88,4% obtenía agua de la red pública. Tres años antes los indicadores llegaban al 65,3% en el caso de las cloacas, al 65,7% en el caso del gas de red y al 87,8% en el del agua de red.
Una vez más, indicadores que demuestran un claro estancamiento. Aunque en términos absolutos la cantidad de conexiones aumentó, apenas logró acompañar el crecimiento de la población y hogares relevadoes en los conglomerados analizados por lo que los niveles se mantuvieron sin cambios en términos reales.
El periodista Sebastián Lacunza había destacado días atrás en Letra P que «desde 2015, el promedio anual de construcción de cloacas y conexiones de agua en la Capital Federal y el conurbano bonaerense bajó 22,5% con respecto a la gestión presidencial de Cristina Kirchner, según cifras oficiales».
En ese sentido, Lacunza informó que «la empresa Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA) realizó 345.209 instalaciones de agua y cloacas entre 2007 y 2015, de acuerdo a datos suministrados por AySA. Ello arroja un promedio anual de 43.151 conexiones en los ocho años de gobierno de CFK. Si se toma sólo el segundo mandato de la presidenta peronista, el promedio baja a 41.815».
Según datos de AySA, desde la asunción de Macri «el promedio anual de construcción de cloacas y conexiones a agua bajó a 33.404; es decir, 22,5% menos que en el promedio de los ocho años previos».
FUENTE: MinutoUno